El joven que estranguló a su mujer en Tudela dice en el juicio que sólo quería callarla

La Fiscalía de la Audiencia de Pamplona pidió ayer 18 años de prisión, dos menos de los solicitados por la acusación particular, para Juan José Domínguez, de 32 años, que se confesó autor del estrangulamiento de su esposa, la ciudadana cubana Carmen Ordaz Fresneda. El juicio con jurado por este caso, que tuvo lugar en Tudela en abril de 1999, comenzó con una concentración de mujeres a las puertas del edificio judicial en la que se denunció la facilidad con la que se siguen produciendo este tipo de agresiones. Juan José Domínguez Chávarri, vecino de Tudela, reconoció ayer haber estrangulado a s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Fiscalía de la Audiencia de Pamplona pidió ayer 18 años de prisión, dos menos de los solicitados por la acusación particular, para Juan José Domínguez, de 32 años, que se confesó autor del estrangulamiento de su esposa, la ciudadana cubana Carmen Ordaz Fresneda. El juicio con jurado por este caso, que tuvo lugar en Tudela en abril de 1999, comenzó con una concentración de mujeres a las puertas del edificio judicial en la que se denunció la facilidad con la que se siguen produciendo este tipo de agresiones. Juan José Domínguez Chávarri, vecino de Tudela, reconoció ayer haber estrangulado a su esposa la madrugada del 12 de abril de 1999, en su domicilio, aunque declaró que no tuvo intención de matarla y que sólo pretendía que la víctima, también de 32 años, "se callara" tras haber sostenido una fuerte discusión. El acusado afirmó que había ingerido previamente bebidas alcohólicas y que empleó una sábana y sus propias manos para hacer callar a la mujer, a la que, según su versión, no se dio cuenta de que la había matado. Al día siguiente, Domínguez acudió a su trabajo en una empresa de construcción en Pamplona y por la noche viajó en tren a Barcelona donde le contó lo ocurrido a un amigo. Éste le recomendó que confesara el crimen, cosa que hizo.

La policía de Tudela encontró a la ciudadana cubana sin vida, tendida sobre la cama del dormitorio. La pareja se había casado año y medio antes en el Consulado de España en La Habana. Ella tenía una hija fruto de una relación anterior, que todavía no había podido trasladar a Navarra. Los nueve miembros del jurado popular deberán dilucidar aspectos técnicos del caso relativos a la intencionalidad real del acusado al cometer el crimen y a si actuó o no con alevosía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En