La Iglesia ortodoxa serbia abandona a Milosevic y reconoce a Kostunica como "presidente electo"

El Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa serbia reconoció ayer al candidato de la Oposición Democrática Serbia (DOS), el jurista Vojislav Kostunica, como presidente electo de Yugoslavia. Al mismo tiempo, la Comisión Federal Electoral confirmó sus resultados provisionales y asegura que ningún candidato logró la mayoría absoluta el pasado domingo, y será necesario celebrar una segunda vuelta el 8 de octubre. La DOS y Kostunica se niegan a concurrir a la segunda vuelta, porque no quieren aceptar las mentiras y legitimar el fraude perpetrado por el régimen del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milo...

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El Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa serbia reconoció ayer al candidato de la Oposición Democrática Serbia (DOS), el jurista Vojislav Kostunica, como presidente electo de Yugoslavia. Al mismo tiempo, la Comisión Federal Electoral confirmó sus resultados provisionales y asegura que ningún candidato logró la mayoría absoluta el pasado domingo, y será necesario celebrar una segunda vuelta el 8 de octubre. La DOS y Kostunica se niegan a concurrir a la segunda vuelta, porque no quieren aceptar las mentiras y legitimar el fraude perpetrado por el régimen del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic.

"Con dignidad, en base a los resultados, que son la prueba de la confianza del pueblo. Por eso, sus representantes no deben permitir que su comportamiento sea motivo de que las lágrimas del mal rocíen los rostros de nadie". Así, con este rancio lenguaje con resonancias ancestrales, el patriarca de la Iglesia ortodoxa Pavle, como suprema jerarquía, en nombre del Santo Sínodo, pidió a Kostunica, al que reconoció como "presidente electo", que asuma "pacíficamente y con dignidad el cargo" para el que ha resultado elegido por el pueblo.No fue el único apoyo que recibió ayer Kostunica, un día después de la más gigantesca manifestación que se recuerda en Belgrado. El fascistoide caudillo del Partido Radical Serbio (SRS), Vojislav Seselj, denunció el fraude cometido por el régimen de Milosevic en la elección presidencial. La declaración de Seselj tiene un valor especial. El ultranacionalista SRS todavía constituye uno de los soportes del régimen en Serbia y Yugoslavia, junto con los socialistas (SPS) de Milosevic y los paleocomunistas de la Izquierda Unida Yugoslava (JUL) de Mira Markovic, esposa del déspota de Belgrado.

Se esboza una reconciliación entre Seselj y su compadre Vuk Draskovic, del Movimiento Serbio de Renovación (SPO). El SRS y el SPO cuentan con mayoría en el Parlamento de Serbia. Si los dos llegan a un acuerdo, podrían desalojar al SPS de Milosevic y la JUL de Markovic del poder en Serbia, la hermana mayor de las dos repúblicas de Yugoslavia. La perspectiva del desmoronamiento del régimen parece haber acercado a Seselj y Draskovic, que pasaron de compadres a enemigos acérrimos. Seselj llegó incluso a llamar "cocainómano" a Draskovic en la portada de la revista de su partido y a presentar un dictamen psiquiátrico ante un tribunal para probar lo fundamentado de su acusación.

La Comisión Federal Electoral no se altera ni con las decenas de miles de manifestantes ni las declaraciones de la Iglesia o políticos de diversos colores. Según las cifras de la comisión, entregadas a la DOS la noche del miércoles, Kostunica consiguió 2.474.392 votos, un 48,96%. Milosevic logró 1.951.761 votos, un 38,62%. Estas nuevas cifras incrementan la diferencia entre ambos candidatos a más de un 10% a favor de Kostunica. El martes, la comisión había otorgado 2.026.478 votos a Milosevic, un 40,25%. Se pueden explicar variaciones en el porcentaje, pero resulta inexplicable que las cifras absolutas disminuyan. Misterios de la alquimia electoral.

Milosevic reapareció ayer en la televisión oficial serbia (RTS). Se le vio rodeado de sus fieles del SPS y la JUL, a los que ha impartido ya consignas para la segunda vuelta. La DOS y su candidato insisten en no concurrir. Según el resultado oficial, a Kostunica le bastarían 75.000 votos para lograr la mayoría absoluta, y todo indica que arrasaría a Milosevic. El problema para la DOS se centra ahora en lograr la estrategia adecuada para doblegar al régimen. El dirigente de la DOS Zoran Djindjic ya ha amenazado con la huelga general en Serbia para exigir que se reconozca la voluntad popular expresada en las urnas: "¡Que nada se mueva hasta que se mueva Milosevic!". Djindjic aseguró ayer que llamarían a los serbios a tomar las calles y a "no bandonarlas hasta que abandone el poder".

Talla de estadista

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En su discurso ante los 200.000 enardecidos seguidores la noche del miércoles, Kostunica se mostró con talla de estadista. En su discurso, Kostunica afirmó que la mayoría de los socialistas no desean participar en el robo, porque no quieren hundirse junto con Milosevic. El líder de la DOS combinó durante su intervención los ataques al presidente serbio con un discurso nacionalista. "Hemos ganado a pesar de las mentiras y violencia de Slobodan Milosevic; hemos ganado a pesar de las sanciones bajo las cuales hemos vivido durante años; a pesar de las bombas de la OTAN que nos lanzaron el año pasado; a pesar de algunos demócratas en Serbia y Montenegro que nos dieron la espalda. En esto reside nuestra fuerza, quizás también en nuestra obstinación, pero también en esto reside la verdadera Serbia", afirmó Kostunica, quien reiteró su determinación a no aceptar una segunda vuelta. "La democracia se basa en la verdad, y no en las mentiras. La verdad es que nosotros hemos ganado en estas elecciones. Si ahora regateamos, entonces aceptaríamos una mentira en vez de la verdad", afirmó.

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