Una exposición reúne las obras de Carlos de Haes que fundaron el género del paisaje en el siglo XIX

La sala Castillo de Maya, en Pamplona, presenta pinturas creadas entre 1850 y 1880

El pintor Carlos de Haes (1826-1898) transformó el tratamiento del paisaje en la pintura española del siglo XIX. Rompió con la subjetividad romántica, prestó atención a los detalles de la Naturaleza y elevó su categoría hasta crear un género en el que el paisaje era protagonista. Una exposición reúne en la sala Castillo de Maya, en Pamplona (Castillo de Maya, 39) una colección de obras, pintadas entre 1850 y 1880, en las que De Haes plasmó con realismo los paisajes del monasterio de Piedra, en Zaragoza, de la costa cantábrica, los Picos de Europa y vistas de Normandía y Holanda.

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El pintor Carlos de Haes (1826-1898) transformó el tratamiento del paisaje en la pintura española del siglo XIX. Rompió con la subjetividad romántica, prestó atención a los detalles de la Naturaleza y elevó su categoría hasta crear un género en el que el paisaje era protagonista. Una exposición reúne en la sala Castillo de Maya, en Pamplona (Castillo de Maya, 39) una colección de obras, pintadas entre 1850 y 1880, en las que De Haes plasmó con realismo los paisajes del monasterio de Piedra, en Zaragoza, de la costa cantábrica, los Picos de Europa y vistas de Normandía y Holanda.

Tres décadas

La muestra cuenta con 48 obras, todas ellas paisajes, plasmados con la técnica realista de Carlos de Haes que logró transformar el paisaje romántico en la pintura española de mediados del siglo XIX, para abrirlo al naturalismo. La mayor parte de las obras son óleos, pintados sobre lienzo, tabla o cartón, que se complementan con la carpeta de obra gráfica Ensayos de grabado al aguafuerte.El comisario de la exposición, Fernando Francés, considera que De Haes reaccionó contra la presencia exagerada y subjetiva del paisaje en la pintura romántica, acercándose a la Naturaleza con objetividad y frialdad. "Convirtió al paisaje en un gran género, en el protagonista", indica. "Hasta entonces, todos sus predecesores habían pertenecido a corrientes tradicionales y academicistas. Él iba contracorriente".

La exposición arranca cronológicamente de mediados del siglo XIX, y se centra en las tres décadas posteriores. Se trata del período en que De Haes desarrolló en España un espíritu de modernidad similar al que circulaba por Europa.El recorrido por la exposición permite conocer los ríos, montañas, marinas, playas y bosques que el pintor conoció en el monasterio de Piedra y en sus viajes por Asturias, Bretaña, Holanda y Normandía.

De Haes nació en Bruselas, pero su familia se trasladó a vivir a Málaga cuando todavía era un niño. Tras comenzar sus estudios de dibujo y pintura en España, completó su formación en Bélgica. A su regresó, empujado por los aires de renovación que conoció en Europa, comenzó a cambiar el concepto del paisaje, inclinándose por la reproducción fidedigna del natural.

El paisaje ganó el gusto burgués de la segunda mitad del XIX. En 1844 se creó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando la primera cátedra de Paisaje. Trece años más tarde, De Haes consiguió la plaza titular de la cátedra. A partir de ese momento, los premios reconocimientos se suceden. De Haes se convirtió en una de las figuras relevantes del panorama artístico español, por el espíritu de modernidad que introdujo en el paisaje, hasta entonces considerado un género menor. Desde su cátedra, el pintor transmitió una nueva manera de captar la Naturaleza y creó un sistema de enseñanza renovador, que dio como resultado la aparición de una escuela de paisajistas. Entre sus discípulos estuvieron los pintores Aureliano de Beruete y Darío de Regoyos.

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La exposición de De Haes permanecerá abierta al público en el centro de cultura Castillo de Maya hasta el 22 de octubre.

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