"Sólo quiero ver cómo se despierta mi niño"

Las siguientes declaraciones las efectuó ayer Margarita Bernal, madre biológica de Diego, desde el cuartel de la Guardia Civil en Soria adonde acudió en autobús desde Salamanca para solicitar que se le permitiera visitar a su hijo. El discurso de Margarita fue prolijo en expresiones cultas y mantuvo la coherencia en la mayoría de las ocasiones."Cuando vea a mi niño ya me iré con el recuerdo de su carita. Sólo quiero ver su habitación, verle despertar. Me gustaría darle su desayuno. Seguro que no podré ni dormir esa noche. A lo mejor me meto en una discoteca y me pongo a bailar como una loca"....

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Las siguientes declaraciones las efectuó ayer Margarita Bernal, madre biológica de Diego, desde el cuartel de la Guardia Civil en Soria adonde acudió en autobús desde Salamanca para solicitar que se le permitiera visitar a su hijo. El discurso de Margarita fue prolijo en expresiones cultas y mantuvo la coherencia en la mayoría de las ocasiones."Cuando vea a mi niño ya me iré con el recuerdo de su carita. Sólo quiero ver su habitación, verle despertar. Me gustaría darle su desayuno. Seguro que no podré ni dormir esa noche. A lo mejor me meto en una discoteca y me pongo a bailar como una loca".

"No pretendo traerme a mi hijo a casa en Salamanca. Sé que eso sería perjudicarlo. Necesita un periodo de adaptación, necesita irme reconociendo poco a poco. Y yo quiero que reine en salud".

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"Me gusta estudiar las leyes. Este verano me compré un libro de legislación del menor y ese libro me enseñó mucho".

"No sueño con el niño, soñar no, pero me obsesiono con que lo tengo en el parque, con que le toco la carita y lo beso, a veces pienso que lo veo venir andando hacia mí y no sé qué me da".

"En cuanto lo vi el miércoles por la tele, me dije: 'Quiero ir a verlo'. Quise coger un taxi, que me costaba 38.000 pesetas. Pero Lucas me cogió por detrás y me dijo: '¿Estás loca?'. Lucas es mi compañero. Lo conocí en el psiquiátrico de Salamanca sobre el 22 de febrero de 1992. Era casi primavera. Yo llegué en una ambulancia. Y él al verme dijo: '¡Vaya chica más guapa!'. Es muy bueno, aunque muy vago. Mi familia dice que me pega, pero qué sabrán ellos. Además, mientras no le pegue al niño, qué más da. Va a ser un buen padre, estoy segura. Me gustaría que Lucas estuviera aquí conmigo. Pero es muy vago, él no tiene el coraje que tengo yo".

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