El Gobierno mantiene su negativa a bajar los impuestos del gasóleo ante las protestas de hoy

La protesta social por la escalada de los precios del gasóleo llega hoy a España sin que el Gobierno haya cedido a su negativa de bajar los impuestos que gravan el combustible. Los organizadores de las movilizaciones esperan que miles de personas colapsen Barcelona y Mérida, ciudades elegidas para iniciar las movilizaciones que continuarán si el Ejecutivo no toma medidas. A esas protestas se añadió ayer la Confederación de Transporte, que ayer convocó un paro nacional para los días 2, 3 y 4 de octubre. Otras organizaciones agrarias protestarán hoy ante la cumbre hispano-germana en Segovia.
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La protesta social por la escalada de los precios del gasóleo llega hoy a España sin que el Gobierno haya cedido a su negativa de bajar los impuestos que gravan el combustible. Los organizadores de las movilizaciones esperan que miles de personas colapsen Barcelona y Mérida, ciudades elegidas para iniciar las movilizaciones que continuarán si el Ejecutivo no toma medidas. A esas protestas se añadió ayer la Confederación de Transporte, que ayer convocó un paro nacional para los días 2, 3 y 4 de octubre. Otras organizaciones agrarias protestarán hoy ante la cumbre hispano-germana en Segovia.

El Ejecutivo no cede

Las capitales de Extremadura y Cataluña concentrarán hoy a miles de personas, según calculan los organizadores de la protesta, para exigir del Gobierno una solución a la crisis por la escalada de los precios de los carburantes. Hasta última hora de anoche, los representantes de la Plataforma de Consumidores de Carburantes (formada por asociaciones de agricultores, transportistas, pescadores, taxistas, subcontratistas de la construcción, entre otros) no habían tenido ningún contacto con el Gobierno para evitar las movilizaciones, según fuentes de la misma. Para esta plataforma, cuyas fuentes acusan al Ejecutivo de tratar de dividir a los transportistas y agricultores, las movilizaciones de hoy darán al Ejecutivo una idea precisa de hasta dónde llega el descontento.En paralelo, las organizaciones COAG, y Asaja, que no pertenecen a esa Plataforma, han convocado una concentración de tractores en La Granja (Segovia), donde se celebrará la cumbre hispano-germana. Las movilizaciones se mantendrán mientras dure la cumbre.

Por añadidura, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), que también se ha mantenido al margen hasta ahora, convocó ayer un paro nacional para los días 2, 3 y 4 de octubre tras una reunión en el Ministerio de Fomento que acabó sin soluciones. Los transportistas, que no desconvocarán este paro mientras el Ejecutivo no tome medidas, exigen las rebajas fiscales ya pactados con el Gobierno, que los cargadores acepten la subida de tarifas y una rebaja del impuesto sobre el gasóleo a la banda mínima de la UE (40 pesetas en el gasóleo de automoción y cero en el agrícola, ya que en este caso se permite en situaciones excepcionales).

Desde el Gobierno, que no cede a la petición bajada del impuesto, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, anunció que se tomarán medidas importantes para compensar a los agricultores como una rebaja del IVA que repercuta en los agricultores para que puedan obtener un margen mayor sobre sus ventas y reducción de los módulos del IRPF. El sector rechaza esta medida porque la considera insuficiente para paliar los efectos negativos del alza de los carburantes en sus costes. otra medida podría ser la distribución por parte de cooperativas a terceros y, según Arias Cañete, se está estudiando para evitar que haya fraude.El secretario de Estado de Economía, José Folgado, reiteró la negativa de bajar impuestos y que el Gobierno no dará su brazo a torcer, aunque dijo que negociará con los sectores afectados, y apeló al sentido común de transportistas, pescadores y agricultores para que no mezclen el conflicto con el diálogo. También aseguró que el Gobierno no ha decidido subir el precio de la bombona de butano en octubre, mes que acaba la congelación decidida hace un año.

Mientras se discute, Barcelona y Mérida se preparan para amortiguar el colapso que las protestas puedan causar hoy en ambas ciudades. Las autoridades de Barcelona aconsejaron a los ciudadanos que eviten entrar en la ciudad por carretera entre las 7 y las 10 horas. La Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento acordaron ampliar los servicios de metro, trenes y autobuses para evitar el caos circulatorio. Transportistas y taxistas iniciarán una marcha lenta desde las siete de la mañana en varios puntos neurálgicos de acceso a la ciudad. La protesta coincide con el primer día del curso escolar. Los manifestantes tienen previsto circular a un máximo de 40 kilómetros (operación caracol) por la ronda litorial. Está previsto que tarden unas tres horas (véase gráfico).

En Mérida, las autoridades esperan que unos mil vehículos, entre tractores, camiones y taxis, colapsen la ciudad. La Asociación Gremial de Transportistas de Extremadura formará una caravana de vehículos a las 10 de la mañana, desde el cruce de Arroyo, cruce de Aljucen, Torremejía y Trujillanos hasta la rotonda de la N-630.