Fujimori

No cabe duda de que la reciente decisión de declarar nulo el juicio a Lori Berenson, ciudadana norteamericana acusada de "traición a la patria", es un avance en la conquista de espacios democráticos en tiempos de Fujimori. Desde que éste disolvió el Congreso e instaló un Gobierno al margen de la Constitución, muchos defensores de los derechos humanos hemos sido acusados falsamente de ser terroristas o embajadores de Sendero. El próximo 17 de septiembre se cumplirán ocho años de esas falsas acusaciones y hasta ahora nadie en Perú ha sido juzgado ni sentenciado por lanzar falsas acusaciones.La a...

No cabe duda de que la reciente decisión de declarar nulo el juicio a Lori Berenson, ciudadana norteamericana acusada de "traición a la patria", es un avance en la conquista de espacios democráticos en tiempos de Fujimori. Desde que éste disolvió el Congreso e instaló un Gobierno al margen de la Constitución, muchos defensores de los derechos humanos hemos sido acusados falsamente de ser terroristas o embajadores de Sendero. El próximo 17 de septiembre se cumplirán ocho años de esas falsas acusaciones y hasta ahora nadie en Perú ha sido juzgado ni sentenciado por lanzar falsas acusaciones.La alta participación de la ciudadanía en la Marcha de los cuatro suyos, en julio pasado, indica que en Perú la lucha por la democracia es vital. Reinstaurar la democracia pasa por abolir la impunidad con la que han gozado los violadores de los derechos humanos. El millonario asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, tiene que responder ante la justicia por las diferentes y múltiples denuncias que van desde delitos de violación de los derechos humanos, secuestros, asesinatos y desapariciones hasta el enriquecimiento ilícito y sus conexiones con el narcotráfico. El diálogo que la oposición y el Gobierno mantienen en Lima -con la atenta presencia de la OEA- tiene que sentar las bases para poner fin a ese poder en la sombra que tanto dolor ha causado y sigue causando en numerosas familias peruanas. El caso Lori Berenson puede ser el comienzo del fin de la dictadura.- José Adolfo Mejía Giraldo. Madrid.