El anteproyecto del Plan Hidrológico contradice una modificación de la Ley Forestal Valenciana

El anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional (PHN) reduce un 15% las previsiones de oferta de agua destinada a regadío de los distintos planes hidrológicos. Esta reducción significa que se paralizará la ampliación de zonas de regadío en la Comunidad Valenciana. Un punto que entra en contradicción con la modificación del artículo segundo de la Ley Forestal de la Comunidad, aprobada en diciembre de 1998, que deja de considerar zona de monte los terrenos yermos o aquellos que no se hayan cultivado en diez años. Esta modificación, en la práctica, da luz verde a la transformación de nuevas zonas d...

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El anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional (PHN) reduce un 15% las previsiones de oferta de agua destinada a regadío de los distintos planes hidrológicos. Esta reducción significa que se paralizará la ampliación de zonas de regadío en la Comunidad Valenciana. Un punto que entra en contradicción con la modificación del artículo segundo de la Ley Forestal de la Comunidad, aprobada en diciembre de 1998, que deja de considerar zona de monte los terrenos yermos o aquellos que no se hayan cultivado en diez años. Esta modificación, en la práctica, da luz verde a la transformación de nuevas zonas de cultivo de regadío.

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El Gobierno valenciano tendrá que acatar el contenido del tan esperado Plan Hidrológico Nacional (PHN), cuyo anteproyecto se empieza a debatir el martes en el Consejo Nacional del Agua y que, de no modificarse, entra en contradicción con uno de los puntos de la Ley Forestal Valenciana. La Ley 3/1993, de 9 de diciembre de 1993, contemplaba en su artículo segundo la consideración de montes o terrenos forestales para los "terrenos yermos y aquellos en los que la actividad agraria haya sido abandonada por un plazo superior a diez años, que se encuentren situados en los límites de los montes o terrenos forestales, o, sin estarlo, hayan adquirido durante dicho período signos inequívocos de su estado forestal, o sean susceptibles de destino forestal". Este punto fue eliminado en una modificación, aprobada en diciembre de 1998. La eliminación de este supuesto, abre las puertas a la recuperación para uso agrario de estos espacios. Esta posibilidad entra en contradicción con el contenido del anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional, en el que se contempla un trasvase de 300 hectómetros cúbicos al año del río Ebro a la Comunidad. El texto también hace referencia a una reducción del 15% de la cantidad de agua ofertada para las cuencas deficitarias. Esta reducción de agua destinada a las cuencas del Júcar y Segura, las dos vertientes históricamente deficitarias en España, se traduce en una paralización del incremento en la superficie de cultivo. Este punto afecta directamente a la Comunidad, ya que, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, no permite ampliar nuevos regadíos o, al menos, no están previstas nuevas dotaciones para zonas de riego no legalizadas.

Desde la Unió de Llauradors i Ramaders se recibió ayer la noticia de forma positiva. El vice secretario general de la Unió, Vicent Sanz, estimó correcta la previsión de agua que se baraja en el anteproyecto. Sanz también valoró la decisión de no ampliar las zonas de cultivo. "Si estamos pidiendo agua es para consolidar la superficie de cultivo, no para incrementarla". Una opinión que justifica que la Unió apueste por el consolidación de la superficie de cultivo, y que en todo caso se amplíe en aquellas zonas en las que sea necesario para mantener la población.

El asesor jurídico de aguas de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), José Campos, manifestó su satisfacción por entender que el anteproyecto reconoce la cuenca del Júcar como deficitaria. Campos explicó que esperarán a conocer el contenido del texto, pero indicó que, en principio, el agua que se destinará del río Ebro es "insuficiente" para cubrir las necesidades hídricas mínimas de la Comunidad. Campos también se mostró favorable al mantenimiento de la superficie de regadíos, pero insistió en vigilar el incremento "desmesurado" que se puede producir en las zonas "no deficitarias". Tanto desde la Consejería de Obras Públicas y Transporte como desde la de Agricultura evitaron pronunciarse hasta conocer "oficialmente" el texto del Plan Hidrológico Nacional. En este sentido, el diputado nacional socialista y miembro de la Comisión de Agricultura, Mario Edo, se manifestó a favor de paralizar la ampliación de la superficie de cítricos "porque ya existe sobreproducción". Edo se mostró partidario de incrementar el número de hectáreas de riego "para cultivos que en la actualidad son de secano y pueden ser rentables". El diputado socialista anunció que su partido presentará enmiendas contra la negativa de ampliar la superficie de riego. La diputada del PSPV en las Cortes Valencianas Cristina Lozano criticó "la ausencia de documentación del Consejo Nacional de Agua para poder hacer valoraciones". Para Lozano, García Antón se presentará "sin los deberes hechos", como en el caso de la transformación de zonas de secano en zonas de regadío que, pese a la prohibición, sigue en marcha, "la semana pasada se transformaron 144 hectáreas, lo que aumenta la superficie de regadío, y así se necesita más agua", explicó.

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