Las policías francesa y española reactivan el control de fronteras
Los servicios policiales de España y Francia han restablecido la vigilancia de los pasos fronterizos entre los dos países ante la reactivación de los atentados de ETA registrada en el último mes, según informaron fuentes policiales de los dos países. En este periodo, ETA ha asesinado a tres personas -nueve en lo que va de año-.
El establecimiento de sistemas de vigilancia y control se ha decidido como respuesta a la oleada de atentados terroristas de las últimas semanas. Los dispositivos de control no se realizarán en las garitas de los pasos fronterizos porque esa medida vulneraría el ...
Los servicios policiales de España y Francia han restablecido la vigilancia de los pasos fronterizos entre los dos países ante la reactivación de los atentados de ETA registrada en el último mes, según informaron fuentes policiales de los dos países. En este periodo, ETA ha asesinado a tres personas -nueve en lo que va de año-.
El establecimiento de sistemas de vigilancia y control se ha decidido como respuesta a la oleada de atentados terroristas de las últimas semanas. Los dispositivos de control no se realizarán en las garitas de los pasos fronterizos porque esa medida vulneraría el Tratado de Schengen, sino que van a ser llevados a cabo por unidades policiales móviles que vigilarán a lo largo de una franja de 20 kilómetros a cada lado de la frontera.La Guardia Civil intensificó los controles en las carreteras de acceso a la frontera de Navarra, Aragón y Cataluña hace ya diez días. También las comisarías del Cuerpo Nacional de Policía en los puntos fronterizos han reforzado su vigilancia.
Los efectivos de la policía francesa de fronteras comenzaron ayer a establecer sus propios dispositivos de vigilancia encaminados a dificultar los posibles movimientos de terroristas entre uno y otro país.
Desde que ETA rompió la tregua, en diciembre del pasado año, se ha producido, al menos, el paso a España de cuatro coches bomba preparados en territorio francés. El último de ellos fue el Renault 19 abandonado a causa de una avería mecánica cerca de la localidad de Benabarre, en Huesca. Este vehículo había sido robado el 13 de julio en una localidad situada a 40 kilómetros al norte de Burdeos. El coche, con una bomba de cien kilos de cloratita lista para estallar, pasó, al parecer, a través del paso fronterizo situado entre las localidades de Fos (Francia) y Les (España) para dirigirse hacia el interior a través de la carretera N-230.
Ésta fue la misma ruta de entrada que en diciembre utilizaron las dos furgonetas bomba cargadas con 1.700 kilos de explosivo que fueron interceptadas por la Guardia Civil cuando eran transportadas a Madrid para cometer un atentado, el 21 de diciembre.