Gracias, Elvira

A los que nos quedamos en la ciudad trabajando en agosto, todo lo que nos ofrezcan para aliviar la rutina y la canícula lo agradecemos mucho. EL PAÍS lo procura todos los veranos con sus crónicas y relatos de agosto. Pero este año la sorpresa ha sido Elvira Lindo. Cuando bajo de la oficina a desayunar, la gente me mira, mientras leo su columna Tinto de verano, como preguntándose ¿de qué se ríe éste, si está currando cuando media España está de vacaciones? El humor y el talento de esta escritora hacen que agosto me pese un poco menos. Gracias, Elvira.-...

A los que nos quedamos en la ciudad trabajando en agosto, todo lo que nos ofrezcan para aliviar la rutina y la canícula lo agradecemos mucho. EL PAÍS lo procura todos los veranos con sus crónicas y relatos de agosto. Pero este año la sorpresa ha sido Elvira Lindo. Cuando bajo de la oficina a desayunar, la gente me mira, mientras leo su columna Tinto de verano, como preguntándose ¿de qué se ríe éste, si está currando cuando media España está de vacaciones? El humor y el talento de esta escritora hacen que agosto me pese un poco menos. Gracias, Elvira.-