Las grandes ciudades
La casa de cristal en el cielo satisface el eterno deseo de espacio infinito en la densa metrópolis. Es una reacción contra el sueño de las zonas residenciales; en vez de abandonar la ciudad y recrear una experiencia urbana artificial fuera de ella, la casa se integra en la ciudad al existir tanto dentro como por encima de ella. Con unos ajustes mínimos en los tejados de los edificios, estos áticos podrían ser colocados prácticamente en cualquier sitio, tanto en edificios altos como bajos. Y se convertirían, así, en magníficos puntos para observar el espectáculo de la ciudad que se extiende de...
La casa de cristal en el cielo satisface el eterno deseo de espacio infinito en la densa metrópolis. Es una reacción contra el sueño de las zonas residenciales; en vez de abandonar la ciudad y recrear una experiencia urbana artificial fuera de ella, la casa se integra en la ciudad al existir tanto dentro como por encima de ella. Con unos ajustes mínimos en los tejados de los edificios, estos áticos podrían ser colocados prácticamente en cualquier sitio, tanto en edificios altos como bajos. Y se convertirían, así, en magníficos puntos para observar el espectáculo de la ciudad que se extiende debajo.La arquitectura de la casa juega con la oposición entre su apariencia industrial de envoltura rectangular y las exuberantes formas curvas del interior, con cortinas de seda o terciopelo, superficies redondeadas y pulidas de materiales compuestos y vidrio translúcido. Los servicios y las cañerías de la casa están contenidos en una pared intercalada ondulada que también permite definir los espacios vitales. La pared se extiende y se pliega hacia sí misma, cerrando espacios para una mayor intimidad y abriéndose para permitir que las habitaciones se comuniquen entre sí. Proporciona a la casa una especie de subconsciente, al ajustarse a los deseos específicos de los usuarios. Unos tabiques corredizos y unas cortinas también pueden crear separaciones entre habitaciones, permitiendo una mayor intimidad.
Los baños están integrados en una gran pared húmeda que se extiende a lo largo de la casa. Esta superficie de pared, hecha de un compuesto de vidrio y resina, varía entre transparencia y opacidad. Una pared digital, que se extiende paralela a ella, puede ser utilizada como una pantalla de proyección, al mostrar imágenes ampliadas de los ocupantes en su quehacer diario. Si los habitantes de la casa prefieren una intimidad más convencional, esta pared puede proyectar unos mensajes, que pueden ir desde anuncios a exposiciones de la colección de videoarte de los propietarios. ¿Cansado de estar sentado en su salón? No se levante; tan sólo cambie la imagen de la pared.