VERANO2000FLAMENCO - 'LA BIENAL VA POR BARRIOS

'De Lebrija a Bellavista

El barrio sevillano de Bellavista ha sido el lugar elegido por la organización de la 11ª Bienal de Flamenco, para acoger la tercera semana del ciclo La Bienal va por Barrios. La tradicional vinculación que este barrio ha tenido con el flamenco ha vuelto a ser un argumento de peso en la elección de los organizadores. No por casualidad en este barrio sevillano están algunas de las más famosas ventas y lugares de reunión del arte gitano-andaluz.En este caso fue el Centro Cívico Bellavista, en los Jardines de la Solidaridad, el que se convirtió la noche del miércoles en un improvisado escen...

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El barrio sevillano de Bellavista ha sido el lugar elegido por la organización de la 11ª Bienal de Flamenco, para acoger la tercera semana del ciclo La Bienal va por Barrios. La tradicional vinculación que este barrio ha tenido con el flamenco ha vuelto a ser un argumento de peso en la elección de los organizadores. No por casualidad en este barrio sevillano están algunas de las más famosas ventas y lugares de reunión del arte gitano-andaluz.En este caso fue el Centro Cívico Bellavista, en los Jardines de la Solidaridad, el que se convirtió la noche del miércoles en un improvisado escenario para la 11ª Bienal de Flamenco.

En esta cita, el espectáculo vino de la mano de un grupo de artistas de Lebrija: Manuel de Paula, Joselito de Lebrija, Martín Chico -que sustituía a Antonio Moya-, Anabel, Ana la Caneca y Juan Diego.

Comenzó la actuación a las 22.30, con el retraso habitual que se producen en estos eventos. Fue Joselito el primero en subir al escenario, acompañado de Martín Chico. Empezó su actuación cantando por tientos-tango, para seguir con una malagueña bastante discreta y finalizar con unas cantiñas a las que imprimió un aire moderno. Fue precisamente en estas últimas cuando alcanzó más brillantez.

A continuación le llegó el turno a Manuel de Paula, que se subió a las tablas para empezar por su mejor palo, la soleá. Después hizo unos fandangos y, por último, unas seguiriyas, a las que le echó muchísimas ganas. Sin embargo, el público, el ruido de la barra y las carreras y juegos de los críos que acompañaban a sus padres deslucieron la actuación. Si a ello se le añade el pésimo sonido que ofrecía la sala, la noche de los artistas lebrijanos en Bellavista estuvo un tanto deslucida.

No obstante, los mejores minutos del espectáculo llegaron tras el descanso, cuando Anabel, Ana la Caneca, Juan Diego, Manuel de Paula y Joselito subieron al escenario.Con ellos llegaron las bulerías, la fiesta y, paradójicamente, el silencio del público, lo que trajo los mejores momentos de la noche. Ana la Caneca y Anabel se encargaron de calentar el ambiente para que Joselito de Lebrija se sacase la espina de su anterior intervención y terminara su actuación con una graciosa pataíta.

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Al llegarle el turno a Manuel de Paula todo el cuadro se puso de pie, provocó que sus sombras fueran proyectadas sobre la pared y añadió una nota de color a la actuación al más puro estilo Moreno Galván.

En medio de esta animación, el benjamín del grupo, Juan Diego, también se vino arriba y se marcó un inspirado baile por bulerias, tras el cual cantó de nuevo Manuel de Paula, quien recogió a su grupo hacia los camerinos y puso fin a la noche.

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