¿Milagro?
No falla. El verano no sería verano sin el diario atasco de rigor en la carretera N-340 a su paso por la zona de San Pedro Alcántara, que pertenece al término municipal de Marbella. Ningún turista ni vecino de la zona que se precie se escapa a este temido punto negro de la red viaria tan necesitada de esos arreglillos que se echan en falta, sobre todo, por esta época.
Incluso los policías locales destinados por el Ayuntamiento que preside Jesús Gil a agilizar el tráfico se ven impotentes para solucionar el problema, que no es precisamente pequeño: cualquier vecino europeo puede l...
No falla. El verano no sería verano sin el diario atasco de rigor en la carretera N-340 a su paso por la zona de San Pedro Alcántara, que pertenece al término municipal de Marbella. Ningún turista ni vecino de la zona que se precie se escapa a este temido punto negro de la red viaria tan necesitada de esos arreglillos que se echan en falta, sobre todo, por esta época.
Incluso los policías locales destinados por el Ayuntamiento que preside Jesús Gil a agilizar el tráfico se ven impotentes para solucionar el problema, que no es precisamente pequeño: cualquier vecino europeo puede llegar con su vehículo a la Costa del Sol sin encontrar ningún semáforo hasta llegar a este punto.
De hecho, a más de uno se le cambia la cara al llegar a esta zona, en especial, si no lleva aire acondicionado en el coche. En este último caso, más vale que se arme de paciencia o se compre rápidamente un abanico.
Lo peor es que no parece que la cosa tenga solución a corto plazo, pese a que todos los partidos debaten desde hace ya 10 años la necesidad de soterrar la carretera a su paso por este núcleo urbano, dependiente de Marbella, y evitar los cruces con los complejos turísticos y comerciales.
Durante todo esta última década, los políticos de turno no han dejado de echarse la culpa los unos a los otros y, a este paso, habrá que encomendarse al más allá y esperar un milagro como el de los panes y los peces, o que a un político le pille el atasco de marras sin aire acondicionado, que parece lo más efectivo para conseguir adhesiones.
El concejal socialista en el Ayuntamiento de Marbella Antonio Martín instó al Gobierno hace poco más de una semana a iniciar y ampliar los trabajos. Dos días después, la presidenta del PP marbellí, Ángeles Muñoz, anunció la intención del Consejo de Ministros de licitar este mismo mes la tan ansiada obra, que costará la nada despreciable cantidad de 5.000 millones de pesetas. Como no podía ser menos, Jesús Gil tampoco ha desaprovechado la ocasión de sumarse al carro de las promesas y ayer, durante una de sus escasas visitas a la ciudad, entre una auténtica batería de compromisos futuros, afirmó que, tras enviarle una carta al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, la obra "está para empezar".
MEME DEL RÍO