Maná bético

En el último partido disputado en el estadio de La Cartuja ganó el Betis. Los chicos de Fernando Vázquez triunfaron sin jugar, un accidente teniendo en cuenta que, en los últimos tiempos, solían perder cada vez que jugaban. El jueves se enfrentaron los mexicanos de moda, Maná, a miles de seguidores en el primer concierto andaluz de su gira por España. Como último gesto de acercamiento, el cantante Fher Olvera se vistió una camiseta bética que hizo delirar a la mitad del público. Se ignora si la otra mitad habrá quemado en una pira los compactos de Maná después de tal afrenta. En ...

En el último partido disputado en el estadio de La Cartuja ganó el Betis. Los chicos de Fernando Vázquez triunfaron sin jugar, un accidente teniendo en cuenta que, en los últimos tiempos, solían perder cada vez que jugaban. El jueves se enfrentaron los mexicanos de moda, Maná, a miles de seguidores en el primer concierto andaluz de su gira por España. Como último gesto de acercamiento, el cantante Fher Olvera se vistió una camiseta bética que hizo delirar a la mitad del público. Se ignora si la otra mitad habrá quemado en una pira los compactos de Maná después de tal afrenta. En la inmersión rápida de Olvera, probablemente nadie le contó la historia de las dos mitades de Sevilla, a pesar de que el teclista del grupo, Juan Carlos Toribio, nació en el barrio de la Macarena. En cualquier caso, las pasiones que suscitó su camiseta entre una parte impidieron detectar protestas entre la otra.

Maná se esmera en tender puentes hacia el público con guiños locales. En La Cartuja hicieron ondear una bandera andaluza, compartieron con la granadina Macarena una versión de Navajita Plateá e invitaron al escenario a un grupo conservacionista local para arropar su defensa de los buitres, que precedió a la canción que denuncia el asesinato del ecologista brasileño Chico Mendes.

Trabajan, igualmente, en dirección contraria. Brindaron públicamente por la derrota electoral del PRI en México, que consideran un signo de normalidad democrática después de siete décadas ininterrumpidas en el poder, y arremetieron con calificativos contundentes contra los políticos corruptos. La gente enardeció, aunque a lo mejor hubo excepciones a tanta unanimidad. Entre el público había algunos políticos como los andalucistas Miguel Ángel Arredonda (más bien ex-político) y Paola Vivancos, primera teniente de alcalde de Sevilla.

La actuación de Maná, que abre y cierra la temporada de grandes conciertos veraniegos de Sevilla, fue de los pocos partidos ganados por el estadio de La Cartuja, en esa competición contra sí mismo que de momento pierde por goleada. Su responsable, Joaquín Blanco, anuncia que está peleando por amarrar nuevas citas musicales de tirón masivo, como los irlandeses The Corrs o el renacido Tom Jones. Venga quien venga, sería recomendable que alguien le explique la teoría de las dos mitades.

TEREIXA CONSTENLA