"Reunir a la gente para hacer algo en común es cada vez más dificil"
El movimiento de renovación pedagógica Acción Educativa cumple este verano su primer cuarto de siglo. "Y lo celebramos, aunque en penuria económica y asociativa". Enrique Patiño López, de 54 años, profesor de secundaria, miembro de la asociación desde sus orígenes y presente ahora en la junta directiva como tesorero, lleva 25 años entregado a una visión distinta de la enseñanza y entrenado en la organización de cursos de reciclaje para los docentes. Pero asiste también, en los últimos tiempos, al ocaso de aquello que un día se llamó asociacionismo. Acción Educativa ha culminado e...
El movimiento de renovación pedagógica Acción Educativa cumple este verano su primer cuarto de siglo. "Y lo celebramos, aunque en penuria económica y asociativa". Enrique Patiño López, de 54 años, profesor de secundaria, miembro de la asociación desde sus orígenes y presente ahora en la junta directiva como tesorero, lleva 25 años entregado a una visión distinta de la enseñanza y entrenado en la organización de cursos de reciclaje para los docentes. Pero asiste también, en los últimos tiempos, al ocaso de aquello que un día se llamó asociacionismo. Acción Educativa ha culminado esta semana su vigesimoquinta escuela de verano para profesores, un experimento en defensa de la enseñanza pública y de la formación permanente de aquéllos que se dedican a formar. Su lema, "25 años participando en el futuro".Pregunta. ¿En qué consisten las escuelas de verano?
Respuesta. Se trata de que los profesores, como los chavales, aprovechen las vacaciones para profundizar en su formación y aprender nuevas técnicas pedagógicas. En los diez días que dura la escuela, organizamos multitud de cursos de todo tipo, desde talleres de didáctica a monográficos sobre cuestiones curriculares, pasando por teatro, plástica, expresión corporal, tiempo libre...Y, por supuesto, también conferencias y debates sobre temas de educación. El último día montamos una fiesta en la que todo el mundo colabora con algo: un cuento, una canción...
P. ¿Cuántos profesores se apuntan cada verano?
R. Hubo años, en los mejores momentos del movimiento asociativo en España, en los que llegábamos a matricular a 2.500 docentes en las escuelas de verano. Hoy tenemos sólo unos 600, procedentes sobre todo de la educación primaria e infantil. Y somos conscientes de que a muchos de ellos sólo les interesa el certificado.
P. ¿Se ha perdido entonces el gusto por lo colectivo?
R. Sí. En Madrid, por ejemplo, la vida asociativa se está perdiendo día a día. Cada vez es más complicado reunir a la gente para hacer algo en común. Y los que seguimos en esto estamos cansados.
P. ¿Cree que es algo coyuntural o responde a una tendencia individualista más fuerte en la sociedad?
R. Vivimos un momento difícil. El pensamiento único consiste en eso: la gente no quiere inquietarse. Por eso, nosotros reivindicamos, con el lema de este año, la memoria de la conciencia, insumisa, activa, que no significa contar batallitas sino utilizar el recuerdo para generar cosas nuevas.
P. ¿Cuentan con subvenciones de la Comunidad?
R. Bueno, ahora estamos a la espera de que nos concedan la de este año. Esto es siempre así, a la espera. Hace tiempo, por ejemplo, todos los colegios de la región estaban suscritos a nuestra revista, Acción Educativa, pero hace cuatro o cinco años se retiró esa ayuda para reducir gastos. En la asociación todos somos voluntarios. La cosa está difícil.