Manifiesto de artistas valencianos contra el arte "basura"

"El arte se derrumba con tanta basura". Trece artistas -entre los que se encuentran los valencianos Albert Agulló, Antoni Miró, Andreu Castillejos, Eutiquio Estirado y Francisca Revert- ha constituido el denominado grupo de los 13, para denunciar los "despropósitos" acumulados en el arte durante las dos últimas décadas. Mal gusto, falsa originalidad, fama, grandilocuente discurso plástico vacío de pensamiento, o el mercantilismo descarado, son algunas de las quejas planteadas en un manifiesto redactado la pasada semana en Palma de Mallorca. Albert Agulló y Eutiquio Estirado, presentaron...

"El arte se derrumba con tanta basura". Trece artistas -entre los que se encuentran los valencianos Albert Agulló, Antoni Miró, Andreu Castillejos, Eutiquio Estirado y Francisca Revert- ha constituido el denominado grupo de los 13, para denunciar los "despropósitos" acumulados en el arte durante las dos últimas décadas. Mal gusto, falsa originalidad, fama, grandilocuente discurso plástico vacío de pensamiento, o el mercantilismo descarado, son algunas de las quejas planteadas en un manifiesto redactado la pasada semana en Palma de Mallorca. Albert Agulló y Eutiquio Estirado, presentaron ayer en Elche la iniciativa."No intentamos decir que lo que hacemos nosotros es lo que vale", apuntó Agulló, quien destacó que la funcionalidad del grupo radica en la diversidad de estilos de sus integrantes. Las ingentes cantidades de dinero invertido en las obras de algunos pintores americanos, consideradas de baja calidad, y que se muestran en buena parte de las galerías nacionales, están en el punto de mira. "Hay que levantar la voz ante tanta mediocridad", dijo Estirado. El grupo, que asegura no pretender impulsar ningún tipo de ruptura, realizará exposiciones guiadas siempre por un carácter cultural, con la intención de contribuir al "renacimiento" de las artes en el siglo XXI. Uno de los primeros pasos será intentar desmarcar al arte como un objeto de lujo, distintivo del poder económico, y centrarlo en actuar como testigo de la experiencia cultural colectiva. La rebelión, dirigida contra el "adocenamiento" que dicen impera en las artes, bajo la "urgencia" de ser modernos, se materializará en una primera muestra en Palma de Mallorca.