Cartas al director

¿Una lección?

En Valladolid, desde siempre, la noche de San Juan se ha celebrado en la playa fluvial de Las Moreras. El año pasado, el alcalde, Javier León de la Riva, del PP, justificándose en los posibles desperfectos que podría sufrir el entorno de la playa, recientemente remodelado, trasladó la fiesta al real de la feria, un lugar fuera del recinto urbano. Aun así, una serie de asociaciones decidieron celebrar una fiesta alternativa a la oficial en el lugar tradicional. Y se les permitió hacerlo, sin que se registrara incidente alguno. No en vano diversas organizaciones vecinales encienden hogueras en d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En Valladolid, desde siempre, la noche de San Juan se ha celebrado en la playa fluvial de Las Moreras. El año pasado, el alcalde, Javier León de la Riva, del PP, justificándose en los posibles desperfectos que podría sufrir el entorno de la playa, recientemente remodelado, trasladó la fiesta al real de la feria, un lugar fuera del recinto urbano. Aun así, una serie de asociaciones decidieron celebrar una fiesta alternativa a la oficial en el lugar tradicional. Y se les permitió hacerlo, sin que se registrara incidente alguno. No en vano diversas organizaciones vecinales encienden hogueras en distintos barrios sin que haya ningún problema.Pero he aquí que este año la policía acordonó la zona impidiendo a los ciudadanos acceder a un lugar público como es la playa. Y, claro, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Al lanzamiento de botellas de plástico por parte de unos pocos exaltados, la policía respondió cargando contra todo aquel que se encontraba por los alrededores indiscriminadamente. Gritos, carreras, sangre y vergüenza: jamás olvidaré la imagen: tres supuestos agentes de la ley apaleando a una sola persona que además yacía en el suelo.

Las cifras de la policía son de 31 agentes heridos. Absolutamente falso. Los pocos alborotadores que originaron los disturbios no llevaban más armas que los guijarros que encontraban en su huida. Ni siquiera creo que hubiera más de 20 o 25 agentes allí. Los peores parados fueron los ciudadanos que acudieron a disfrutar de una fiesta y sólo encontraron golpes. Pero lo más increíble de todo es que, después de dos horas de violencia y de haber desalojado la zona, la policía se marchó del lugar y no volvió a aparecer. Fue entonces cuando unos cuantos energúmenos aprovecharon, por ejemplo, para quemar las sombrillas de la playa. Yo me pregunto si el objetivo de los agentes era proteger el mobiliario o simplemente "dar una lección", una vez impartida la cual abandonaron la zona.

¿Qué se puede esperar de un alcalde que hace declaraciones como "no me gustaría tener un hijo homosexual" o "si hay mendigos es porque se les da limosna"? Valladolid ha retrocedido 25 años en una sola noche. Sálvese quien pueda.- Javier Sanz González. Valladolid.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En