LA CRISIS DEL PAÍS VASCO

Los socialistas vascos plantearán al congreso federal tener su propio espacio entre PNV y PP

Los socialistas vascos quieren llevar a la ponencia del congreso federal del PSOE un documento en el que abogan por la creación de un nuevo foro de los partidos democráticos de Euskadi, cuya estrategia se consensuaría con el Gobierno central. En el mismo, redactado por su dirigente Javier Rojo, advierten de que "los riesgos de confrontación política y social son muy grandes" y reclaman para el PSE un espacio propio entre el PNV y el PP. Sin embargo, el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, les avisó ayer de que, "normalmente, el que se mete en medio sale perdiendo".

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Los socialistas vascos quieren llevar a la ponencia del congreso federal del PSOE un documento en el que abogan por la creación de un nuevo foro de los partidos democráticos de Euskadi, cuya estrategia se consensuaría con el Gobierno central. En el mismo, redactado por su dirigente Javier Rojo, advierten de que "los riesgos de confrontación política y social son muy grandes" y reclaman para el PSE un espacio propio entre el PNV y el PP. Sin embargo, el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, les avisó ayer de que, "normalmente, el que se mete en medio sale perdiendo".

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Los socialistas vascos, en el documento redactado por Javier Rojo, amigo del también dirigente socialista Fernando Buesa, recientemente asesinado por ETA, marcan claras distancias con el PNV y el PP.Respecto al PNV, advierten de que ahora "no es posible el reencuentro del PSE con el nacionalismo" porque "el PNV y EA han asumido los postulados de HB; la autodeterminación como instrumento para un proyecto de soberanismo indefinido que (...) sólo puede ser interpretado como el deseo de (...) un Estado independiente con Navarra y el sur de Francia".

También resaltan cómo estos postulados del PNV se han concretado en "una concepción étnica y esencialista del pueblo vasco, en una especie de ente histórico prefigurado", cuando Euskadi "se encuentra perfectamente constituido y opera a través de instituciones que se derivan del ordenamiento autonómico".

Más allá de las diferencias políticas, precisan que ese "severo distanciamiento" se ha traducido en una "ruptura de lazos humanos y políticos" entre el PNV y el PSE que se puso de manifiesto "en el marco de los acontecimientos vividos" tras "el asesinato de Buesa", así como en "la profunda deslealtad (...) que llevó al PNV a negociar un nuevo marco con ETA mientras compartía tareas de Gobierno con el PSE".

En relación con el PP, admiten la coincidencia en la defensa del marco constitucional y estatutario, pero discrepan de "la política de ruptura radical [por parte de los populares] de todos los puentes de entendimiento con el nacionalismo, negándose a hablar con el lehendakari [Juan José Ibarretxe] y no asumiendo la enorme responsabilidad que les corresponde por su representatividad electoral". "No dan soluciones y persiguen el acceso al poder a riesgo de tensar en exceso la situación política y social", aseguran.

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Asimismo, llaman la atención por el riesgo de que esta política del PP repercuta negativamente en la sociedad civil". Sin embargo, defienden, como "síntoma de normalidad democrática", una alternancia que permita un Gobierno de los no nacionalistas y dicen que "hay que prepararse para ello".

Pero la clave de su propuesta está en reclamar para el PSE "el papel mediador, moderador y generador de consensos que ha jugado el socialismo [en Euskadi] durante una larga década" frente a "la polarización en que se ha situado la política vasca".

Su alternativa parte de la defensa de la pluralidad de Euskadi con una expreso reconocimiento de que "los riesgos de fragmentación política y social son muy grandes". En este sentido, indican que "la primera y gran contribución del PSE es su voluntad de hacer un país entre todos y para todos", entre nacionalistas y no nacionalistas, con la convicción de que "nunca será posible la victoria de nadie sobre el resto".

Así, proponen un nuevo foro de pacificación que recupere "la firmeza democrática" del Pacto de Ajuria Enea y se base en que "no hay razón política para matar" y en que "no pueden compartirse fines con quienes lo hacen, defienden o aplauden".

"ETA debe perder toda esperanza de lograr réditos políticos de la violencia", afirman para matizar después que, a partir de ahí, "todas las ideas" serían "defendibles" en el nuevo foro, cuyos contenidos serían el tratamiento de las víctimas del terrorismo; la política penitenciaria; la actuación política, policial y de prevención contra la violencia callejera, y los instrumentos políticos al servicio de la recuperación de la libertad para todos los ciudadanos perseguidos por sus ideas.

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