La batalla más cara de Airbus y Boeing

Sólo son, de momento, dos ideas plasmadas en un papel. Pero simbolizan la batalla de dos elefantes en el aire. El lanzamiento inminente del avión comercial más grande (y caro) del mundo, el A3XX, ideado por el consorcio europeo Airbus Industrie, y la respuesta de la estadounidense Boeing, que planea una versión más grande de su famoso 747, son la causa esta vez de una batalla que, más allá de lo comercial, reviste tintes políticos. "El Airbus es el avión del siglo XXI", afirma Alan Dupaich, responsable de mercadotecnia del consorcio con sede en Toulouse. "Airbus se equivoca, no se necesitan av...

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Sólo son, de momento, dos ideas plasmadas en un papel. Pero simbolizan la batalla de dos elefantes en el aire. El lanzamiento inminente del avión comercial más grande (y caro) del mundo, el A3XX, ideado por el consorcio europeo Airbus Industrie, y la respuesta de la estadounidense Boeing, que planea una versión más grande de su famoso 747, son la causa esta vez de una batalla que, más allá de lo comercial, reviste tintes políticos. "El Airbus es el avión del siglo XXI", afirma Alan Dupaich, responsable de mercadotecnia del consorcio con sede en Toulouse. "Airbus se equivoca, no se necesitan aviones tan grandes", le responde Philip de St. Aubin, director general de Boeing en España. El rifirrafe puede costar ahora millones de dólares a una de las dos competidoras. Y, según varios analistas, puede arrastrar al abismo a una de las dos compañías.Europa contra Estados Unidos. Airbus contra Boeing. Desde Seattle, sede de la compañía estadounidense, observan cómo su rival europeo -un conglomerado integrado por compañías aeroespaciales de España, Francia, Alemania y el Reino Unido- se muestra en los últimos tiempos más competitivo. Pero eso tiene un precio: desarrollar esa "maravilla" del siglo va a costar 12.000 millones de dólares (más de dos billones de pesetas).

El avión tendrá dos pisos con asientos para más de 550 pasajeros, 50 más que el estadounidense, que costará 4.000 millones de dólares (712.000 millones de pesetas). Y se ha ideado bajo la convicción de que Airbus necesita competir con Boeing en el mercado de los grandes aviones, coto exclusivo durante 30 años del 747, si quiere dominar el mercado internacional.

"Alguien va a perder mucho dinero con este avión", advertía Allan Winn, editor de la revista Flight International, cuando oyó hablar del proyecto europeo. Queda por ver quién será el perdedor. Es una cuestión de tamaño. Mientras Airbus calcula que el mercado necesitará 1.200 aviones de más de 400 pasajeros en los próximos 20 años, Boeing reduce esta necesidad a 400. A Airbus le van a sobrar aviones, a juicio de Boeing. "Aunque tuvieran razón, parte de los pedidos serían para nosotros, por lógica", explica De St. Aubin. "No es la primera vez que nos advierten; la misma historia de siempre, y todo porque tenemos éxito", responde Dupaich.

"Boeing y Airbus están frente a frente. Ninguna admitirá que está equivocada y, quizás, ninguna lo esté", explica Fernando Urquía. Urquía es un intermediario que compra y vende aviones para las compañías aéreas. Intenta aclarar la contradicción: "Buena parte de las decisiones que toma la industria para establecer su estrategia se basa en la opinión de sus clientes, es decir, de las compañías aéreas". Y los clientes de Boeing y Airbus tienen una visión diferente del futuro.

¿Aviones grandes para acabar con la saturación de los aeropuertos (visión de Airbus)? ¿Aviones medianos que conecten los destinos más exóticos sin hacer escalas (visión de Boeing)? En acertar está la clave para ganar más dinero y, sobre todo, más mercado.

Seis razones de peso

Airbus tiene un respaldo material para construir su gigante. Seis compañías -entre ellas Air France, Virgin, Singapore Airlines y Emirates- han mostrado su interés en las últimas semanas para comprar en conjunto entre 50 y 60 aparatos. La que falta en esta lista es ILFC, la mayor sociedad de leasing de aviones en Estados Unidos. En Toulouse valoran mucho su interés, porque representa al mundo financiero del país de su rival, Boeing.

Las cifras también animan a Airbus, que consiguió acabar 1999 con más encargos en su lista que Boeing, aunque ésta consumó más entregas (ver gráfico). El año pasado fue un punto de inflexión para Airbus. En 1998, el consorcio europeo rozaba el 30% de cuota en el mercado internacional; ahora llega al 50%. "Lleva la batuta, pero no olvidemos que Boeing es un gran monstruo con grandes intereses en la aviación comercial, pero también en la militar", puntualiza Urquía.

No sólo se trata de tamaño. La batalla es también un conflicto comercial entre EE UU y la Unión Europea. Washington ha acusado en varias ocasiones -la última, el martes- a Bruselas de beneficiar de forma injusta a Airbus a través de ayudas económicas para que compita en el mercado internacional.

En 1992, un acuerdo bilateral entre Estados Unidos y la Unión Europea suavizó el mal ambiente reduciendo la ayuda directa de los Gobiernos a las empresas aeroespaciales europeas al 30% de los costres de desarrollo y limitando las ayudas indirectas. Washington está vigilante. ¿Con motivos? Boeing admite que el súper A3XX les puede quitar mercado. "Pero no nos afectará tanto, más perderán ellos si se equivocan", advierte St. Aubin.

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