Los empleados en empresas auxiliares de Astilleros vuelven a la huelga

Los trabajadores de las empresas auxiliares de Astilleros Españoles (AESA) en Puerto Real rechazaron ayer en asamblea, por unanimidad, el preacuerdo alcanzado la pasada semana con las patronales del sector. La decisión de las empresas de pagar 1.200 pesetas por cada hora extra en vez de las 2.000 que recoge el convenio ha provocado el voto negativo de los 2.400 trabajadores, que ayer decidieron mantener otro paro de 24 horas.La negociación, tras una semana de paros parciales y huelgas, se cerró con el compromiso de las patronales, que representan a un centenar de empresas, de aplicar el conven...

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Los trabajadores de las empresas auxiliares de Astilleros Españoles (AESA) en Puerto Real rechazaron ayer en asamblea, por unanimidad, el preacuerdo alcanzado la pasada semana con las patronales del sector. La decisión de las empresas de pagar 1.200 pesetas por cada hora extra en vez de las 2.000 que recoge el convenio ha provocado el voto negativo de los 2.400 trabajadores, que ayer decidieron mantener otro paro de 24 horas.La negociación, tras una semana de paros parciales y huelgas, se cerró con el compromiso de las patronales, que representan a un centenar de empresas, de aplicar el convenio íntegramente, a excepción de lo referido a las horas extraordinarias.

Entre los acuerdos cerrados figura incluir la masa salarial completa en la nómina para facilitar la cotización real del salario, pagar las liquidaciones correspondientes por los despidos y articular un transporte colectivo, entre otras cosas. Sin embargo, la negociación de las retribuciones extraordinarias no avanzó.

Los trabajadores mantendrán hoy una asamblea a primera hora y decidirán, en el caso de que las empresas se nieguen a seguir negociando, nuevas movilizaciones. Las protestas del colectivo están afectando a la producción de la empresa pública.

Jesús García, portavoz de la coordinadora de trabajadores del sector auxiliar dijo ayer "no entender" cómo las empresas se niegan a cumplir lo que ya dicta el convenio, y "cómo la Inspección de Trabajo no interviene". También culpó a la factoría pública de permitir las irregularidades. "La dirección de Astilleros aprieta y, al final, quien paga los platos rotos es el trabajador, porque no pueden cumplir el convenio", dijo ayer García.

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