Siete espectáculos participan durante el mes de junio en la quinta edición del festival de teatro de calle de Leganés
Siete montajes, tres de ellos especialmente dedicados a adultos, participan en la quinta edición del festival de teatro de calle de Leganés (173.000 habitantes). Durante los sábados y los domingos de junio, cada barrio tendrá una plaza en la que se mostrarán títeres, montajes de pirotecnia y monstruos de grandes dimensiones.El festival se inicia este domingo con cuatro montajes simultáneos. La compañía Teatro Tradicional de Muñecos de Chile interpretará con sus marionetas Quijote 2000. El noble hidalgo cabalgará en la plaza de España (Centro). Su misión será combatir el racismo, la intoleranci...
Siete montajes, tres de ellos especialmente dedicados a adultos, participan en la quinta edición del festival de teatro de calle de Leganés (173.000 habitantes). Durante los sábados y los domingos de junio, cada barrio tendrá una plaza en la que se mostrarán títeres, montajes de pirotecnia y monstruos de grandes dimensiones.El festival se inicia este domingo con cuatro montajes simultáneos. La compañía Teatro Tradicional de Muñecos de Chile interpretará con sus marionetas Quijote 2000. El noble hidalgo cabalgará en la plaza de España (Centro). Su misión será combatir el racismo, la intolerancia y educar a los jóvenes espectadores en valores como la solidaridad y el respeto.
La compañía de Huesca Producciones Viridiana llevará a la plaza del Milenio (San Nicasio) El club de la Farándula, un espectáculo musical donde el niño interviene en la historia. Este montaje lo protagoniza el capitán Mala Pata y la tripulación de un enorme barco pirata. El grupo zaragozano Teatro Arbolé montará en la plaza del Laberinto (Leganés Norte) los tradicionales Títeres de Cachiporra. Esta obra de una hora de duración recupera este clásico teatro de participación.
Crispín y el ogro es el título de la obra que llevará la compañía segoviana Mutis a la plaza de Covipark (Zarzaquemada). En el huerto de una dulce anciana crecía un árbol, de cuyos frutos se sacaba un jugo que curaba cualquier herida, dolor o enfermedad. El ogro revientatripas intentará robar esos frutos y sólo los espectadores, convertidos en duendes o hadas pueden ayudar a Crispín a evitarlo.