Los gasolineros reclaman el fin de la exclusividad de la distribución de carburantes para bajar los precios

La patronal de los gasolineros tomó ayer la palabra en el debate sobre la subida del precio de los carburantes en España y no escatimó críticas a las petroleras y al Gobierno. La asociación destacó que la solución a la falta de competencia en el sector es la liberalización de la distribución al por mayor -libre acceso a las reservas de la Compañía Logistíca de Hidrocarburos (CLH)- y al por menor (fin de los contratos de exclusividad con las petroleras). Para ejercer más presión, los gasolineros amenazan con cerrar los últimos domingos de cada mes las estaciones.

"La pretendida solución ...

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La patronal de los gasolineros tomó ayer la palabra en el debate sobre la subida del precio de los carburantes en España y no escatimó críticas a las petroleras y al Gobierno. La asociación destacó que la solución a la falta de competencia en el sector es la liberalización de la distribución al por mayor -libre acceso a las reservas de la Compañía Logistíca de Hidrocarburos (CLH)- y al por menor (fin de los contratos de exclusividad con las petroleras). Para ejercer más presión, los gasolineros amenazan con cerrar los últimos domingos de cada mes las estaciones.

"La pretendida solución del Gobierno para aumentar la competitividad del sector es un maquillaje, ya que lo único que se consigue con ello es adoptar unas medidas de cara a la galería y sin la menor repercusión en lo que pretende obtener", dijo ayer el presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio (CEES), Roberto Sáez. Los gasolineros amenazan con cerrar sus estaciones el último domingo de cada mes en solidaridad con los consumidores, que invitan a no repostar ese día, y para protestar contra la ineficacia oficial.Según la patronal, "en los principales países europeos han existido siempre miles de gasolineras más que en España, pero en ningún momento, en ninguno de estos países el precio de los carburantes ha sido inferior que en España, sino muy superior". La CEES propone que la competencia se produzca entre marcas y no entre estaciones. Sáez señala que, a pesar de que en España hay 30 marcas (Agip, Shell, Total, Fina, entre otras), pero que "nunca estas marcas han competido con Repsol, Cepsa y BP".

La única solución viable para los gasolineros es que se les libere de los contratos de suministro exclusivo con las petroleras (a partir de hoy, con un máximo de duración de cinco años, la mitad de la vigente hasta ayer) y puedan comprar en el mercado libre en las mejores condiciones de precio y forma de pago. Según Saéz, en el mercado libre se producen descuentos del doble (y en ocasiones el triple) del margen que las petroleras les imponen.

De las 7.643 gasolineras existentes en España, unas 650 no están sujetas a contratos de exclusividad, pero, según Sáez, cada vez que han intentado competir con precios más bajos con las estaciones de Repsol o Cepsa de su entorno, éstas los han bajado hasta hacer insostenible la guerra. En muchos casos, la lucha significó la quiebra de la gasolinera independiente.

La CEES reclama además la liberalización de la distribución mayorista, es decir, el libre acceso a las reservas de CLH, controlada por Repsol (48,35% del capital; Cepsa, 25,10%, y BP, 7,61%). Explican que hay que pagar mucho dinero por el uso de los oleoductos de CLH y que aunque Repsol también paga, recibe del dinero de vuelta a través de los beneficios de CLH.

Sáez explica que, además de que el precio de los carburantes ha subido por el alza de la cotizaciones del petróleo (ayer, en unos 28,5 dólares), el de las gasolinas y por la depreciación del euro frente al dólar, el Gobierno tiene la culpa de que el incremento haya sido mayor.

La aplicación del IVA (16%) sobre el precio de los carburantes más los impuestos especiales se traduce inmediatamente en un aumento de la recaudación fiscal. La CEES propone que el IVA opere sólo sobre el precio del producto, medida que produciría un abaratamiento instantáneo del precio. Por ejemplo, un 16% aplicado a un precio sin impuestos de 50 pesetas supone un devengo de ocho pesetas, mientras que aplicado a un precio de 120 (IVA más impuesto especial) supone un devengo de 19,20 pesetas. Con la primera fórmula, el precio por litro del carburante al consumidor sería 11,20 pesetas inferior.

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