Millones y sorpresas

La capacidad de sorpresa del Festival de Málaga no conoce límites. En su año más boyante (260 millones) ha dejado la infraestructura para medios de comunicación en dos ordenadores y un teléfono, aún sin línea. Mientras, crece el personal organizativo. Este año los periodistas no pudieron asistir a la tradicional fiesta de inauguración del festival. Salomón Castiel, director del mismo, explicó que eran los propios actores quienes habían exigido que los periodistas no entraran, salvo directores o delegados de medios. Así que en los jardines del Colegio de Arquitectos hubo mucho arquitecto, mucho...

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La capacidad de sorpresa del Festival de Málaga no conoce límites. En su año más boyante (260 millones) ha dejado la infraestructura para medios de comunicación en dos ordenadores y un teléfono, aún sin línea. Mientras, crece el personal organizativo. Este año los periodistas no pudieron asistir a la tradicional fiesta de inauguración del festival. Salomón Castiel, director del mismo, explicó que eran los propios actores quienes habían exigido que los periodistas no entraran, salvo directores o delegados de medios. Así que en los jardines del Colegio de Arquitectos hubo mucho arquitecto, mucho concejal, estrellas contadas y -dicen- cierto muermo.

Horas antes, en la gala inaugural a las puertas del Cervantes, había más prensa que público; la actriz más internacional fue María de Medeiros y el escote más provocativo, el de Celia Villalobos.

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