LA SITUACIÓN DEL PSOE

La historia y la "gran habilidad" de Suárez

Felipe González tiene la impresión de que habitualmente se interpretan mal sus palabras y de ello se quejó ayer en el homenaje a Manuel Garnacho. Cierto es que en su oratoria abundan los sobreentendidos y la concatenación de frases que pueden hacer que se pierda la oración principal. Pero para él, sus compañeros no tienen excusa porque tienen la obligación de conocer la Historia, sobre todo en la parte que el PSOE es protagonista.Y esto ha pasado con las recientes declaraciones que hizo a un semanario mexicano en torno a quién empujó para que la Constitución de 1978 saliera adelante. En esta e...

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Felipe González tiene la impresión de que habitualmente se interpretan mal sus palabras y de ello se quejó ayer en el homenaje a Manuel Garnacho. Cierto es que en su oratoria abundan los sobreentendidos y la concatenación de frases que pueden hacer que se pierda la oración principal. Pero para él, sus compañeros no tienen excusa porque tienen la obligación de conocer la Historia, sobre todo en la parte que el PSOE es protagonista.Y esto ha pasado con las recientes declaraciones que hizo a un semanario mexicano en torno a quién empujó para que la Constitución de 1978 saliera adelante. En esta entrevista, González decía que el ex presidente Adolfo Suárez no estuvo en esta posición hasta después de las elecciones de 1977.

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Antes de hablar ayer de nuevo sobre Suárez para elogiarle y reiterarle su amistad, el ex líder del PSOE se mostró dolido con sus compañeros porque algunos, una minoría, sin meditar, se creyeron que realmente había descalificado a Suárez y se apresuraron a recriminarle. Pero su estupor viene más porque, una vez desatada la polémica, no se produjo un aluvión de voces socialistas explicando qué paso en aquellos años.

González lo recordó ayer: el PSOE, al obtener en 1977 el 30% de los votos y el PCE el 12%, sintió fuerzas para exponer a Suárez que el cambio no debía limitarse a unas mínimas reformas, sino que había que redactar una Carta Magna; "y Suárez lo aceptó" y tuvo una "gran habilidad" en todo el proceso. Y decir que las cosas fueron así, argumentó González, no significa "descalificar a nadie", sino recordar "hechos históricos".

En aquel tiempo la derecha, Alianza Popular, propugnó la abstención, siguió recordando González. "Otros como Aznar no querían la Constitución porque no les gustaba el método de consenso por el que se redactó ni los contenidos, sobre todo el Título VIII", referido al Estado autonómico. Y a González le parece bien que ahora, pasado el tiempo, el PP "defienda y asuma" la Constitución, aunque le parecería mejor que, además, "se lo crea".

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