Los aliados ex soviéticos apoyarán a Rusia si lanza un ataque a Afganistán

El presidente ruso, Vladímir Putin, se aseguró ayer en la capital bielorrusa, Minsk, el apoyo de varios de sus aliados de la antigua URSS a una doctrina militar cuya última manifestación es la amenaza de "ataques preventivos" contra supuestas bases en Afganistán de terroristas islámicos capaces de actuar en Chechenia o en el Asia central exsoviética.

El líder del Kremlin pretende adaptar el tratado de seguridad colectiva (suscrito entre otros países con Tayikistán, Kazajstán y Kirguizistán) para adecuarlo a una realidad geoestratégica de la que destaca el peligro encarnado en los talibá...

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El presidente ruso, Vladímir Putin, se aseguró ayer en la capital bielorrusa, Minsk, el apoyo de varios de sus aliados de la antigua URSS a una doctrina militar cuya última manifestación es la amenaza de "ataques preventivos" contra supuestas bases en Afganistán de terroristas islámicos capaces de actuar en Chechenia o en el Asia central exsoviética.

El líder del Kremlin pretende adaptar el tratado de seguridad colectiva (suscrito entre otros países con Tayikistán, Kazajstán y Kirguizistán) para adecuarlo a una realidad geoestratégica de la que destaca el peligro encarnado en los talibán, que incluso han permitido la apertura en Kabul de una embajada de Chechenia. Uzbekistán no es signatario de este tratado, pero es también un estrecho aliado de Rusia. Putin prometió hace unos días al presidente Islam Karímov que Rusia considerará como sufrida en propia carne cualquier agresión desde Afganistán.Ayer, en Minsk, los ministros de Exteriores (Ígor Ivanov) y de Defensa (Ígor Serguéyev) se unieron al coro de quienes, desde hace días, consideran una posibilidad real el bombardeo de campos de entrenamiento en territorio de los talibán, que controlan el 90% de Afganistán. A esas voces se sumaron el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Serguéi Ivanov, y el viceprimer ministro Ilia Klebánov, según el cual Rusia, desde el punto de vista militar y técnico, "está preparada para todo". Fuentes del Ministerio de Defensa citadas por la agencia Interfax abundaban en esa misma idea al señalar que el ataque se puede lanzar de forma inmediata, en cuanto Putin dé la orden.

Rusia perdió 15.000 soldados en la desastrosa guerra afgana, iniciada en 1979 y concluida con una vergonzante retirada 10 años más tarde, en los estertores de la URSS. Pero no parece probable que el Kremlin se arriesgue ahora con una intervención masiva a una aventura tan azarosa como aquélla.

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