PP y PSOE sólo consiguen pactar que Múgica sea el nuevo Defensor del Pueblo

Madrid El PP y el PSOE llegaron ayer a un acuerdo para nombrar, teóricamente la semana que viene, al ex ministro socialista Enrique Múgica nuevo Defensor del Pueblo. Populares y socialistas, sin embargo, decidieron postergar al lunes las negociaciones para la renovación de los 12 consejeros de RTVE, los 5 miembros de la Junta Electoral Central y los 15 del Consejo de Universidades que corresponde nombrar al Parlamento. Ambas formaciones intentarán "hacer partícipes" del posible acuerdo a las minorías parlamentarias. De todas formas, PSOE y PP ya tienen apalabrado el reparto real en estos órgan...

Madrid El PP y el PSOE llegaron ayer a un acuerdo para nombrar, teóricamente la semana que viene, al ex ministro socialista Enrique Múgica nuevo Defensor del Pueblo. Populares y socialistas, sin embargo, decidieron postergar al lunes las negociaciones para la renovación de los 12 consejeros de RTVE, los 5 miembros de la Junta Electoral Central y los 15 del Consejo de Universidades que corresponde nombrar al Parlamento. Ambas formaciones intentarán "hacer partícipes" del posible acuerdo a las minorías parlamentarias. De todas formas, PSOE y PP ya tienen apalabrado el reparto real en estos órganos de extracción parlamentaria. En RTVE, el PP quiere imponer su mayoría aboluta y el PSOE anuncia que buscará consejeros de "confrontación" al no estar de acuerdo con el nombramiento de Javier González Ferrari como director del ente.

Los portavoces parlamentarios del PP, Luis de Grandes, y del PSOE, Luis Martínez Noval, se reunieron ayer durante unos 45 minutos en la zona del Gobierno de la Cámara baja para, en presencia de Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Ejecutivo, cerrar un supuesto "consenso básico" para resolver definitivamente el nombramiento, la próxima semana, de Enrique Múgica como nuevo Defensor del Pueblo. Rajoy vigiló el desarrollo de la cita, pero apenas intervino.Terminado el encuentro, De Grandes y Martínez Noval transmitieron su gran disposición al pacto y al consenso y subrayaron que la personalidad y la categoría de Múgica había facilitado mucho las negociaciones. Es más, ambos portavoces comunicaron que irán avanzando en la resolución de los nombramientos pendientes según se vayan cerrando las conversaciones y sin condicionarlos a soluciones de conjunto, en contra de lo que en principio había reclamado el primer partido de la oposición. Este modelo se aplicará también en el futuro cuando haya que tratar la renovación de los consejeros políticos del Consejo General del Poder Judicial y otras instituciones de este tipo.

La trastienda del acuerdo de ayer entre PP y PSOE se tropieza, sin embargo, con algunos inconvenientes técnicos. Para empezar, y sobre la figura de Enrique Múgica para Defensor del Pueblo, el PP pretendía que la Junta de Portavoces del Congreso abordase este asunto el martes próximo y tramitase su nombramiento oficial con toda urgencia en el pleno del jueves.

Los portavoces del PSOE y del PP no cayeron en ese momento en el compromiso electoral de José María Aznar, renovado la semana pasada por el propio Rajoy en su entrevista institucional con la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, de someter al candidato a Defensor del Pueblo a una especie de "examen previo" ante los diputados. Sería una comparecencia todavía no reglada, ya que Rudi está todavía elaborando la "resolución transitoria" que debería permitir este examen en tanto en cuanto aún no ha sido reformado el Reglamento del Congreso. El PSOE está muy interesado en que la comparecencia de Múgica no se escatime para que quede como norma de obligado cumplimiento respecto al nombramiento de otros cargos similares.

Además de optar al puesto de Defensor del Pueblo -cargo que José María Aznar ha ofrecido personalmente al ex ministro de Justicia con el PSOE-, los socialistas quieren que otro miembro de su partido acceda a uno de los dos Defensores adjuntos previstos en esta institución. El PP no ve ningún problema en ese reparto y se quedaría con el adjunto primero, para dejar al PSOE el de adjunto segundo. Ayer no se citaban nombres para ninguna de estas dos plazas.

Los socialistas, sin embargo, sí quieren conocer el lunes los nombres, apellidos y currículos profesionales de los candidatos que el PP piensa promover para ocupar el consejo de administración de RTVE. Primero, para saber, por su perfil ideológico, hasta dónde llega la disposición al diálogo del nuevo Gobierno, y sobre todo, para conocer qué reparto de consejeros persiguen los populares. El consejo de RTVE actual dispone de 12 consejeros: cuatro elegidos a propuesta del PP, otros cuatro a propuesta del PSOE, uno por CiU, otro por IU y dos independientes próximos a los dos partidos mayoritarios.

Ahora, con la mayoría absoluta lograda en las elecciones del 12 de marzo, el PP tiene intención de acaparar la mayoría de los consejeros del ente público. De momento no ha dado más pistas, aunque sí ha rescatado un papel del año 1986 con el que quiere demostrar que entonces, cuando el PSOE contaba con mayoría amplia, los socialistas nombraron a 8 de los 12 consejeros.

Fuentes del PP han aventurado que el partido en el Gobierno al menos debería de disponer de 7 de los 12 consejeros, para contar con mayoría sin necesidad de ningún socio. (El director general de RTVE, aunque está presente en las reuniones del consejo, no puede votar en cuestiones que le afecten). De esa forma, los populares dejarían los 5 consejeros restantes para que se los reparta la oposición. Pero el PSOE no está dispuesto a renunciar a sus cuatro consejeros actuales y además advierte de que los mismos serán de "confrontación" para contrarrestar la designación de Javier González Ferrari como director general de RTVE.

Esas cuotas dejarían en manos de CiU un consejero, al PNV sin ninguno, y le quitarían a IU el que ahora dispone. La coalición de izquierdas ya ha expresado en varias ocasiones sus quejas porque PP y PSOE están negociando todos estos puestos y otros en el Congreso como "un rodillo de dos patas". En cualquier caso, los portavoces parlamentarios de ambos partidos mayoritarios aseguran que intentarán subsanar esta sensación de pactos bilaterales escuchando y "haciendo partícipes" de sus propuestas a los grupos minoritarios.