Medio Ambiente decreta medidas para paliar los efectos de la sequía

El periodo de sequía que vive Cataluña, junto con la expectativa de que el próximo verano deban tomarse medidas restrictivas en el uso doméstico del agua y para el riego, ha llevado al Departamento de Medio Ambiente a publicar un decreto regulador para evitar eventuales problemas en el suministro. El decreto, presentado ayer, prevé "una supervisión más estricta" de los caudales hidrológicos y del agua destinada a usos domésticos, así como una gestión "más atenta y sobre el terreno" que en años precedentes, indicó el titular del departamento, Felip Puig. El decreto tiene como objetivo prioriza...

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El periodo de sequía que vive Cataluña, junto con la expectativa de que el próximo verano deban tomarse medidas restrictivas en el uso doméstico del agua y para el riego, ha llevado al Departamento de Medio Ambiente a publicar un decreto regulador para evitar eventuales problemas en el suministro. El decreto, presentado ayer, prevé "una supervisión más estricta" de los caudales hidrológicos y del agua destinada a usos domésticos, así como una gestión "más atenta y sobre el terreno" que en años precedentes, indicó el titular del departamento, Felip Puig. El decreto tiene como objetivo priorizar los distintos usos del agua en función del clima y de la situación de los embalses. En lo que llevamos de año, recordó, la situación es "ligeramente más favorable" que en 1999, especialmente por las lluvias caídas en marzo y abril. Sin embargo, puntualizó, la situación podría cambiar con la llegada del verano.

Con el decreto, dijo Puig, podrá garantizarse el agua mínima para uso de boca, en primer lugar, y para el riego de árboles frutales y áreas de regadío en segundo término. El resto de usos, en especial los destinados a ocio, limpieza y mantenimiento municipal, otras actividades agrícolas y la generación de energía hidroeléctrica deberán someterse a la existencia de caudales mínimos. Estos usos sólo serán posibles si los ríos de las zonas afectadas superan un caudal mínimo de dos metros cúbicos por segundo y si los embalses que suministran el agua necesaria disponen de un volumen mínimo fijado entre 220 y 280 hectómetros cúbicos para el sistema del río Ter y entre 150 y 165 para el del Llobregat.

Las zonas de aplicación del decreto son, preferentemente, las cuencas del río Muga, Ter y Llobregat, y la vigencia de las medidas se extenderá hasta el próximo 31 de diciembre.

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