Los taxistas se amotinan en Barajas al negarse a transportar esquís

La zona de llegadas de la terminal T-1 (internacional) sufrió anoche un motín de un grupo de taxistas que se negó a transportar a pasajeros que llevaban esquís entre sus equipajes. Los conductores no movieron sus vehículos hasta que llegó una patrulla de la Policía Municipal y se puso a dirigir el tráfico. La ordenanza municipal no obliga a los taxistas a llevar los esquís, ya que se trata de un bulto que supera las medidas máximas. El problema se agravó ayer porque aterrizaron casi seguidos dos aviones procedentes de Ginebra (Suiza) que iban repletos de personas que habían practicado el esquí...

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La zona de llegadas de la terminal T-1 (internacional) sufrió anoche un motín de un grupo de taxistas que se negó a transportar a pasajeros que llevaban esquís entre sus equipajes. Los conductores no movieron sus vehículos hasta que llegó una patrulla de la Policía Municipal y se puso a dirigir el tráfico. La ordenanza municipal no obliga a los taxistas a llevar los esquís, ya que se trata de un bulto que supera las medidas máximas. El problema se agravó ayer porque aterrizaron casi seguidos dos aviones procedentes de Ginebra (Suiza) que iban repletos de personas que habían practicado el esquí en los Alpes. Se amontonaron en la parada y los taxistas se negaron a cargar si los esquís no cabían en el maletero.

Los dos trabajadores de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) encargados de controlar la salida de taxistas y de distribuir a los viajeros en los vehículos no sabían cómo responder a este problema, según señalaron varios testigos. Los taxistas permanecieron quietos en sus vehículos mientras la fila de viajeros se hacía cada vez más larga. Se iniciaron discusiones entre los profesionales del taxi y los viajeros. Éstos querían salir cuanto antes del aeropuerto para llegar a sus domicilios. Los primeros, por su parte, se negaban a arrancar los coches. Afirmaban, según los testigos, que nadie les podía obligar a llevar los esquís. Ponían como excusa el peligro de dañar el interior del vehículo en caso de un frenazo brusco o que se cayeran de la baca si no iban bien sujetos. Además, en este último caso, el seguro no les cubre los posibles daños que causen a terceros, según alegaban los profesionales del taxi.

Parados en el lateral

El problema se solucionó con la llegada de una patrulla de la Policía Municipal. Sus dos agentes empezaron a regular el tráfico. Colocaron en un lateral a los taxistas que se negaban a subir pasajeros con esquís y dieron prioridad a los que no les importaba esta circunstancia. Esta situación se prolongó durante 15 minutos. Algunos taxistas se vieron obligados a dar la vuelta y esperar de nuevo la fila de vehículos por su negativa a llevar los esquís.

"La gente se ha puesto muy nerviosa porque cada uno quería llevar razón. Cuando han visto a la Policía Municipal, los ánimos se han tranquilizado un poco y los afectados parece que han entrado un poco en razón", señaló ayer una testigo.

Los agentes señalaron que con los esquís sucede igual que con otros bultos (maletas muy voluminosas) o animales de compañía. Los taxistas no tienen por qué llevarlos, pero no siguen una regla fija. Unas veces transportan a los pasajeros sin poner objeciones y otras crean discusiones como las de anoche. "Las 50 pesetas que cobran por llevar esos bultos no les compensan muchas veces", explicaron los agentes, "y otras veces es porque no les caben en el maletero".

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