El Banco Mundial estudia vías para abrir los mercados ricos a los países más pobres

El Comité de Desarrollo del Banco Mundial se reunió ayer en Washington para discutir medios con que reducir la carga deudora de los países más pobres, buscar vías para incrementar las exportaciones de los países en vías del desarrollo a los industrializados y para perfilar estrategias contra el sida, el azote sanitario que lleva aceleradamente a África hacia el pasado. Sólo hubo palabras. El día anterior, el Fondo Monetario Internacional (FMI) repitió su compromiso con los países más débiles sin establecer nuevas estrategias.

Para evitar la amenaza del cerco de los activistas contra la ...

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El Comité de Desarrollo del Banco Mundial se reunió ayer en Washington para discutir medios con que reducir la carga deudora de los países más pobres, buscar vías para incrementar las exportaciones de los países en vías del desarrollo a los industrializados y para perfilar estrategias contra el sida, el azote sanitario que lleva aceleradamente a África hacia el pasado. Sólo hubo palabras. El día anterior, el Fondo Monetario Internacional (FMI) repitió su compromiso con los países más débiles sin establecer nuevas estrategias.

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Para evitar la amenaza del cerco de los activistas contra la globalización de la economía, que quieren cerrar el FMI y el Banco Mundial, delegados de más de un centenar de países se dieron el madrugón. Los ministros y gobernadores de los bancos centrales llegaron a las 5.30 de la mañana a la sede del Banco "Fue para acomodarnos al horario de Praga, donde en septiembre será la próxima reunión", bromeó James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial. "Allí eran las 11.30".Wolfensohn mantiene que "no tiene sentido pedir a los países pobres que aumenten la producción y luego negarles el acceso a los mercados". Los ministros reconocieron que "los países desarrollados tienen mucho que hacer para mejorar el acceso a sus mercados por parte de los que están en vías de desarrollo".

Es algo vienen pidiendo reiteradamente los países del Sur, que se estrellan una y otra vez contra las barreras arancelarias de Estados Unidos y la Unión Europea. Pero "no hubo propuestas específicas", según Tarrin Nimmanahaeminda, ministro de Hacienda de Tailandia y director de la sesión. Esas decisiones corresponden a instancias diferentes. Lo más que se concedió es que sería bueno dar acceso a los mercados a los países pobres sin cuotas ni aranceles.

Los delegados, con el gorro del Banco Mundial, también hablaron de los planes que habían discutido el día anterior con el gorro del FMI para reducir las cargas de los 40 países más pobres hasta un nivel de deuda soportable que les permita ser sujetos económicos activos. El Fondo no hizo propuestas llamativas y el Banco Mundial constató cómo cinco de esos países han hecho reformas y presentado programas que les hacen acreedores de la ayuda adicional prevista en la Estrategia de Reducción de la Pobreza mientras a otros les queda aún camino por recorrer.

Vinculada al desarrollo está la lucha contra el sida, la mayor amenaza para el futuro de muchos países, según el Banco Mundial. En África, cinco países han superado ya el umbral del 20% de infectados y hay otros 21 con un 8% de la población atacada, en el límite de la expansión acelerada de la epidemia. El fenómeno trasciende el drama humano al estar sus víctimas en plena edad productiva.

El presidente del Banco Mundial se dijo personalmente dolido por las protestas de estos días. "Llevamos cinco años haciendo lo que están pidiendo los manifestantes, mucho de los cuales no saben qué hacemos", señaló. "Nos hemos abierto mucho para implicar a la sociedad civil". Wolfensohn relacionó las protestas con la incertidumbre que crea la globalización y con una generalizada pérdida de autoridad de las instituciones.

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