Cataluña cree que el 'plan Zaplana' de financiación se queda corto.

El consejero catalán de Economía sugiere promocionar conjuntamente los puertos de Barcelona y Valencia

El debate sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, que entrará en vigor a partir de 2001, no pasa de los primeros escarceos en el momento presente. Pero su sombra pesó sobre el encuentro que mantuvieron ayer Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y Artur Mas, consejero de Economía del Govern de Catalunya.Zaplana avanzó una propuesta de debate hace un año, antes de que el PP contara con mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana y en el Estado, que apostaba por ceder a las comunidades autónomas la gestión directa de los impuestos especiales que gravan el consumo de carburantes...

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El debate sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, que entrará en vigor a partir de 2001, no pasa de los primeros escarceos en el momento presente. Pero su sombra pesó sobre el encuentro que mantuvieron ayer Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, y Artur Mas, consejero de Economía del Govern de Catalunya.Zaplana avanzó una propuesta de debate hace un año, antes de que el PP contara con mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana y en el Estado, que apostaba por ceder a las comunidades autónomas la gestión directa de los impuestos especiales que gravan el consumo de carburantes, alcohol o tabaco; parte del IVA minorista; y una cuota del 50% del IRPF. El presidente valenciano subrayó que su iniciativa perseguía establecer los principios de un sistema de financiación definitivo para el conjunto del Estado.

Mas celebró la propuesta en su momento y reiteró ayer que "el modelo se inscribe en la buena dirección". Sin embargo, fue tajante al afirmar que Cataluña "nunca considerará justo ningún sistema que no se acerque al pacto fiscal", una iniciativa que persigue la creación de una Agencia Tributaria propia. Así, el consejero de Economía y portavoz del Govern de Catalunya, afirmó: "El sistema que propone Eduardo Zaplana es una estación intermedia hacia el pacto fiscal".

"La propuesta de Zaplana va en la buena dirección, pero la nuestra va más allá", siguió Mas, que ha mantenido contactos paralelos con los gobiernos regionales de Andalucía y Baleares antes de recalar en Valencia.

El consejero de Economía catalán, en comparecencia conjunta con Vicente Rambla, su colega valenciano, atajó de raíz la posibilidad de que el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano que debate el modelo de financiación, cierre un acuerdo con vocación de permanencia: "Difícilmente consideraremos definitivo un sistema que no incluya el pacto fiscal". Sin embargo, en tono conciliador, apuntó que "los puntos de coincidencia deben potenciarse". Y reflexionó: "Las comunidades autonómas hemos de comprobar hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno central, ahora que hay una mayoría absoluta del PP".

Al margen de los tanteos, que no negociaciones -como se encargó de subrayar Mas- sobre el modelo de financiación, los dos consejeros de Economía trataron asuntos comunes relativos, esencialmente a infraestructuras.

Mas planteó la cuestión en términos reivindicativos. "Hemos constatado el buen momento y el impulso económico del eje mediterráneo, pero ese impulso exige contrapartidas" y una especial atención hacia las infraestructuras desde el Estado.

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En ese sentido, Mas lanzó un órdago que Rambla recibió sorprendido. El consejero catalán sugirió que los puertos de Valencia, Tarragona y Barcelona podrían acordar estrategias comerciales conjuntas y ofrecerse como un paquete conjunto en foros internacionales como un atractivo polo mediterráneo.

Los puertos de Valencia y Barcelona mantienen una dura carrera por el tráfico comercial de contenedores, pero Mas planteó el caso desde una "perspectiva europea o mundial" para restar importancia al "cada uno a la suya", que no dejó de mencionar.

Rambla matizó de inmediato que no existe ningún acuerdo en esa materia más allá de la mera sugerencia. Y abrió otro flanco cuando mencionó la posibilidad, remota, de comunicar Castellón y Tarragona a través de una vía de alta velocidad una vez que hayan concluido las obras de los respectivos AVE entre Madrid y Barcelona, en construcción, y entre Madrid y la Comunidad Valenciana, en proyecto.

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