"Hemos hecho una educación casi sin normas, demasiado tolerante"

Rosa Serrate es psicóloga, pedagoga, y logopeda. Lleva 25 años metida en su profesión y ha desarrollado, junto con el neurofisiólogo Paulino Uclés, un tratamiento para combatir la hiperactividad infantil. Trabaja en Zaragoza, pero hace militancia por todo el país para hacer divulgación sobre una enfermedad que muchas veces ni siquiera se diagnostica, pero que trae de cabeza a padres y profesores.P. ¿Cómo se distingue un niño hiperactivo?

R. Son niños que se levantan mucho del pupitre, que no atienden, que se distraen con facilidad, que nunca obedecen, que no cumplen las normas, que duer...

Rosa Serrate es psicóloga, pedagoga, y logopeda. Lleva 25 años metida en su profesión y ha desarrollado, junto con el neurofisiólogo Paulino Uclés, un tratamiento para combatir la hiperactividad infantil. Trabaja en Zaragoza, pero hace militancia por todo el país para hacer divulgación sobre una enfermedad que muchas veces ni siquiera se diagnostica, pero que trae de cabeza a padres y profesores.P. ¿Cómo se distingue un niño hiperactivo?

R. Son niños que se levantan mucho del pupitre, que no atienden, que se distraen con facilidad, que nunca obedecen, que no cumplen las normas, que duermen poco. Su coeficiente es normal, pero suelen sufrir fracaso escolar por su falta de atención y concentración.

P. ¿Y cuál es el tratamiento?

R. Hasta ahora cada especialista lo trataba por su lado. No se veía al niño en su conjunto y por lo tanto no mejoraba. Nosotros hemos desarrollado un tratamiento novedoso porque es integral. Incluye la participación de un neurofisiólogo y un psicólogo. Es importante que ante la sospecha de hiperactividad se acuda al especialista porque cuanto antes sea tratado, mejores serán los resultados. Pero el tratamiento siempre tiene que ser integral, con psicoestimulantes para calmarlos, y con una terapia adecuada, que incorpore a la familia, para mejorar su atención y concentración. Con este enfoque, los avances en el rendimiento escolar se notan a los seis meses y en el confort familiar, al día siguiente.

P. ¿Como pedagoga, qué opina de los actuales criterios educativos, más permisivos que hace unos años?

R. Hemos hecho una educación con pocas normas, demasiado tolerante, de la que se ha borrado la palabra esfuerzo.

P. ¿Hay que ser más estrictos?

R. Sí, no ponemos límites a la televisión, ni al ordenador, ni a Internet. Los padres como educadores no ponemos límites y hay que decir que no más de una vez a los hijos. Una educación con reglas es necesaria. Hemos dejado que la televisión y otras personas eduquen a nuestros hijos. Se ha perdido el diálogo y hace falta recuperarlo.

P. Volviendo a la hiperactividad, ¿qué datos hay de la enfermedad?

R. Sabemos que la prevalencia está entre el 3% y el 6% de los niños escolarizados y que un 90% de los niños tratados de manera integral experimentan mucha mejoría en seis meses. Aunque la solución llega después de siete u ocho años. Es importante que el tratamiento se inicie de manera precoz, porque en la adolescencia se complica con depresión, transtorno disocial... ¿Cuántos casos hay por diagnosticar? Es una incógnita. En este sentido, Andalucía es para nosotros una zona muda, no conocemos ninguna asociación ni tenemos información sobre la comunidad.