Los agricultores tendrán que garantizar casa a los inmigrantes contratados

La solución a la falta de viviendas para inmigrantes, que constituye una de las grandes deficiencias que afronta el colectivo en las poblaciones de Almería dedicadas al cultivo de invernaderos, recaerá en gran medida sobre los empresarios agrícolas que contratan a los temporeros extranjeros. Representantes de la Administración central y de la Junta de Andalucía, que se reunieron ayer en Madrid para abordar en exclusiva la problemática de los alojamientos, acordaron estudiar fórmulas para vincular "al máximo el contrato de trabajo y el alojamiento", según el consejero andaluz de Obras Públicas ...

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La solución a la falta de viviendas para inmigrantes, que constituye una de las grandes deficiencias que afronta el colectivo en las poblaciones de Almería dedicadas al cultivo de invernaderos, recaerá en gran medida sobre los empresarios agrícolas que contratan a los temporeros extranjeros. Representantes de la Administración central y de la Junta de Andalucía, que se reunieron ayer en Madrid para abordar en exclusiva la problemática de los alojamientos, acordaron estudiar fórmulas para vincular "al máximo el contrato de trabajo y el alojamiento", según el consejero andaluz de Obras Públicas y Transportes, Francisco Vallejo. Las medidas podrían incluir alguna modificación legal para obligar a los agricultores a garantizar una residencia digna a los temporeros que contraten para trabajar en sus invernaderos. "Hay una obligación evidente de los empresarios, que son los máximos beneficiarios", explicó Vallejo. Un estudio, encargado por la Junta andaluza, calcula que en la actualidad faltan 7.182 alojamientos para inmigrantes en Almería. Sólo el 16% de los 34.207 extranjeros afincados en la provincia residen en una vivienda digna, según el informe.

Trabajo y Asuntos Sociales

La reforma legal, en cualquier caso, estará sujeta al criterio de los responsables del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que ayer no participaron en la reunión celebrada entre el consejero andaluz, el director general de la Vivienda, Fernando Nasarre, y el secretario de Estado para las Administraciones Públicas.

Según Vallejo, las dos administraciones, que volverán a reunirse a finales de abril, coinciden en la línea a seguir para atender la demanda de alojamientos, aunque no han cuantificado el coste.

Entre las medidas consensuadas ayer se incluye la necesidad de reforzar las ayudas para incentivar tanto la rehabilitación como las construcciones de nuevo cuño para alojar a inmigrantes a través de sus respectivos planes de vivienda.

En el caso andaluz, el consejero de Obras Públicas aseguró que el próximo plan "se volcará en la zona" con el objetivo de resolver las carencias provocadas por el rápido crecimiento económico y demográfico que han experimentado las poblaciones almerienses dedicadas al cultivo de invernaderos. Estas localidades son las que concentran el mayor número de temporeros extranjeros. Sólo en El Ejido residen unos 19.000 inmigrantes, de ellos, una minoría (apenas el 10%) cuenta con un alojamiento digno.

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La intención de la Junta y el Gobierno, sin embargo, es diseñar una serie de medidas globales, que irían destinadas a toda la población y no sólo al colectivo inmigrante. Ésta es una de las recomendaciones recogidas en el estudio sobre las necesidades de la vivienda para inmigrantes, que aconsejaba integrar "en políticas globales" las medidas destinadas a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores extranjeros para evitar "agravios comparativos y masificación o creación de guetos". El informe advertía de que la falta de una política de integración adecuada "creará fricciones y desestabilización, aumentando la brecha entre los diferentes colectivos".

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