Decomisada en el puerto de Valencia media tonelada de cocaína procedente de Colombia
Un cargamento de material metalúrgico procedente de Colombia que desembarcó la pasada semana en el puerto de Valencia despertó las sospechas del Grupo de Investigación Fiscal Antidroga (GIFA) de la Guardia Civil y de los agentes de Aduanas. No andaban errados. Después de desguazar a conciencia una máquina dedicada a la fundición de plomo y estaño, tan pesada que necesitaron una grúa de grandes dimensiones para sacarla del contenedor, descubrieron un alijo de media tonelada de cocaína oculto en el doble fondo de la base.Allí, bajo un recubrimiento de hormigón y ladrillo macizo, los narcotrafica...
Un cargamento de material metalúrgico procedente de Colombia que desembarcó la pasada semana en el puerto de Valencia despertó las sospechas del Grupo de Investigación Fiscal Antidroga (GIFA) de la Guardia Civil y de los agentes de Aduanas. No andaban errados. Después de desguazar a conciencia una máquina dedicada a la fundición de plomo y estaño, tan pesada que necesitaron una grúa de grandes dimensiones para sacarla del contenedor, descubrieron un alijo de media tonelada de cocaína oculto en el doble fondo de la base.Allí, bajo un recubrimiento de hormigón y ladrillo macizo, los narcotraficantes habían camuflado una caja de hierro de unos 12 metros cuadrados que contenía 471 paquetes con otros tantos kilos de cocaína. Un alijo que, según los expertos antidroga, es uno de los mayores que se han decomisado en la Comunidad Valenciana y habría alcanzado un valor de 26.000 millones de pesetas en el mercado negro.
En la Operación Estaño han sido detenidas, por el momento, dos personas. Uno de ellos es el supuesto destinatario de la cocaína, M. P. A., de 41 años y vecino de Vigo, que ha sido apresado por los agentes del GIFA de la Comandancia de Pontevedra. Por su parte, el GIFA de Vizcaya ha detenido en Bilbao a J. J. G. R., de 47 años, otra persona supuestamente relacionada con este cargamento de droga.
Pero fuentes del caso aseguran que aún les falta capturar a una amplia trama de traficantes, ya que estos dos no tenían recursos para adquirir tanta cocaína. Los agentes son conscientes de que su investigación aún está en un nivel superficial y les quedan muchas pesquisas para desarticular el núcleo duro de la red.
En el otro contenedor de este cargamento procedente de Colombia no hallaron ni un gramo de droga. Estaba repleto de lingotes de una aleación plomo y estaño, materia prima para una industria metalúrgica utilizada como tapadera por esta trama.
Los narcotraficantes habían contratado los servicios de una empresa consignataria de mercancías marítimas de Valencia para que gestionara el desembarco de los dos contenedores y su traslado por tierra a la citada industria. Pero el GIFA estaba alerta ante cualquier cargamento procedente de Colombia porque en esta época, cuando se acerca el verano, llegan los mayores alijos de cocaína. Por eso pidieron una autorización judicial para registrar los dos contenedores.
A pesar de todo, los agentes estuvieron muy preocupados pensando en el elevado valor económico de la máquina que estaban destrozando hasta que hallaron la droga en el último rincón.