Los hechos

María y José fueron novios e incluso llegaron a compartir casa durante dos meses. Se conocieron en el trabajo de ella, donde él fue destinado durante algún tiempo como guarda de seguridad. Al principio, José era un hombre educado y caballeroso que daba seguridad a María y era un segundo padre para sus tres hijos. Ese carácter afable poco a poco se fue transformando y las amenazas y los malos tratos comenzaron. Entonces María rompió la relación, pero José nunca lo aceptó. El 21 de octubre de 1998, María cumplió un año más, pero envejeció muchos más. Ese día, José la esperó en el portal de su ca...

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María y José fueron novios e incluso llegaron a compartir casa durante dos meses. Se conocieron en el trabajo de ella, donde él fue destinado durante algún tiempo como guarda de seguridad. Al principio, José era un hombre educado y caballeroso que daba seguridad a María y era un segundo padre para sus tres hijos. Ese carácter afable poco a poco se fue transformando y las amenazas y los malos tratos comenzaron. Entonces María rompió la relación, pero José nunca lo aceptó. El 21 de octubre de 1998, María cumplió un año más, pero envejeció muchos más. Ese día, José la esperó en el portal de su casa para intentar convencerla de que reanudaran su relación. Con engaños, María entró en el coche del que había sido su novio. Una vez estuvo dentro, José bajó los seguros y arrancó. Mientras conducía, le iba diciendo: "Puta, zorra de mierda, ahora te vas a enterar, te voy a machacar". La golpeó contra el salpicadero, le tiró con tanta fuerza del pelo que le arrancó varios mechones, a la vez que la increpaba: "Si no eres mía, no vas a ser de nadie...". De este modo la llevó hasta un polígono de Alcorcón. Allí continuó la tortura. José agarró con fuerza a María y, presionando su cabeza contra el respaldo del asiento, la forzó a colocarse a cuatro patas, la penetró y obligó a hacerle una felación mientras le decía: "Ahora te vas a comer tu propia mierda". Hubo también otras amenazas: "Esto acaba de empezar, ahora te vas a enterar de lo que es sufrir. Voy a empezar por tus tres hijos bastardos; a uno de ellos le van a partir las piernas y va a salir en silla de ruedas si dices algo de lo que ha sucedido".

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Hace sólo unos días, la Audiencia Provincial de Madrid ha dictado sentencia sobre estos hechos. Han quedado probados delitos de agresión sexual, con penetración anal y bucal, detención ilegal, lesiones y amenazas condicionales. La sentencia está recurrida por el acusado.

María, que quiere mantener su identidad a salvo y ha elegido un nombre supuesto para hablar del que fue su novio, ha relatado su historia para EL PAÍS. "Aunque me duele recordar, quiero hacerlo para que mi experiencia les sirva a otras mujeres. Tengo miedo. Él está ahora condenado en la cárcel, pero algún día saldrá. Entonces no sé lo que haré".

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