'Quitamiedos' como cuchillas

El motorista Pedro Fusté se amputó totalmente un brazo el pasado día 11 tras derrapar y chocar contra un guardacarril cerca de El Escorial. Este nuevo accidente ha vuelto a poner sobre el tapete la peligrosidad que entrañan para los conductores de motos los llamados quitamiedos. Hace siete años que el ex campeón de España de 500cc por dos ocasiones, Andrés Pérez Rubio, se seccionó los dos antebrazos con una protección similar en la carretera de Burgos (N-I), cerca del circuito del Jarama. Entonces, la Administración aseguró que se cambiarían todos los guardacarriles para asegurar la protección...

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El motorista Pedro Fusté se amputó totalmente un brazo el pasado día 11 tras derrapar y chocar contra un guardacarril cerca de El Escorial. Este nuevo accidente ha vuelto a poner sobre el tapete la peligrosidad que entrañan para los conductores de motos los llamados quitamiedos. Hace siete años que el ex campeón de España de 500cc por dos ocasiones, Andrés Pérez Rubio, se seccionó los dos antebrazos con una protección similar en la carretera de Burgos (N-I), cerca del circuito del Jarama. Entonces, la Administración aseguró que se cambiarían todos los guardacarriles para asegurar la protección de los conductores de vehículos de dos ruedas. Pero los aficionados al motor afirman que todo se quedó en promesas.El periodista y secretario general de la Fundación Ruta de la Luz, Pedro Fusté, iba desde Las Rozas hasta el nuevo apartamento donde vive ahora, en la urbanización Los Arroyos, de El Escorial. Le encanta el motocross o hacer viajes con la moto. En una curva a la izquierda, Pedro derrapó y se cayó. Sufrió tal impacto, que el guardacarril le amputó el brazo derecho bajo la axila y se le diagnosticó fractura en la base del cráneo y numerosos golpes. "Casi no me acuerdo del accidente. Creo que fue en una curva muy cerrada y con grava. Quizá fuera más rápido de lo debido", explica Fusté.

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Un helicóptero del Servicio Regional de Emergencia y Rescate (Sercam) le trasladó al hospital Doce de Octubre. Estuvo dos días en la unidad de cuidados intensivos, tras lo cual fue trasladado a una habitación de planta. Ahora los médicos anuncian que su evolución es muy rápida, dada la gravedad de las lesiones. Sin embargo, esa mejoría no cambia la opinión del herido: "Los guardacarriles se han convertido en unos machacamotoristas. Alguien debería tomar medidas para evitar, en la medida de lo posible, este tipo de accidentes. No me vale la excusa de que no hay dinero. Los que van en moto se tienen que fastidiar para que haya una protección que vale a los vehículos de cuatro ruedas. De las motos, las bicicletas o los caballos, incluso, nadie se acuerda", protesta la víctima.

Ahora, este periodista del programa de Gomaespuma de M-80 y de Radio Nacional de España afronta con "coraje" su futuro. Cree que su profesión delante de los micrófonos o de un ordenador no se verá interrumpida por la pérdida del brazo derecho. "He tenido el privilegio de estar en muchos sitios donde he visto cosas muy duras. Perder el brazo no es lo peor que me ha podido pasar. Además, me lo he planteado como un reto deportivo. Ahora tengo el trabajo de saber si se puede vivir con un solo brazo", asegura Fusté. "Además, siempre diré lo mismo que el escritor Dostoievski: sólo aspiro a ser digno de mi dolor".

El sector de la motocicleta, sin embargo, pide medidas inmediatas para acabar con este tipo de accidentes, que ocurren casi todas las semanas. Desde la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), un colectivo que engloba a 17 fabricantes y distribuidores de motocicletas, se ha solicitado el cambio de los quitamiedos para evitar estos accidentes o que sus consecuencias sean menores. El parque de las dos ruedas en España sigue siendo minoritario con respecto a los turismos y vehículos pesados, pero sólo en 1999 se matricularon más de 54.000 nuevas motos y 258.000 ciclomotores. Estas cifras hacen que los motoristas pidan los mismos sistemas de seguridad que los grandes vehículos. "El diseño de los actuales guardacarriles no es, desde luego, el más acertado. Exigimos que se estudie un sistema para que esto no se repita con cierta frecuencia", señala el director técnico de la Federación Madrileña de Motociclismo.

Los fabricantes de motos también han planteado a la Administración que se acabe con "esas trampas asesinas". Aseguran que hay una total desconexión entre el Ministerio de Fomento, las comunidades autónomas y el sector de las dos ruedas. "Oficialmente, siempre se ha visto a los motoristas como personas imprudentes y siempre se les echa la culpa. Directamente no le interesa y no le convence a nadie cambiar esos sistemas", se queja el director de mercadotecnia de BMW, Javier de Julio. Lo mismo opina el jefe de ventas de Honda, Miguel Ángel Serrano, quien piensa que, una vez que un motorista se cae al suelo, "lo mejor que puede hacer es rezar, porque ya todo depende de la suerte".

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"Lo gracioso es que a esas barreras les llamen quitamiedos. Están puestos a una altura en la que sólo entra el cuerpo. Si se cae con las manos o las piernas abiertas, que es lo más frecuente, no se entra por los 30 centímetros a los que suelen estar colocados. Parece que sólo piensan en los turismos cuando los colocan", critica Carlos Muñoz, ex campeón de España de velocidad durante siete años y comercial de la empresa de prendas deportivas Levior. Muñoz recuerda cómo 10 años atrás un amigo suyo se seccionó la pierna por el fémur y se desangró. "Desde entonces, siempre he oído que los iban a cambiar, pero no han sido capaces de poner el sistema alemán, que se llama foamfender y que evita estas lesiones. Consiste en unos guardacarriles con los bordes redondeados, y las vigas tienen forma ovalada, sin ningún saliente", explica el ex campeón de España.

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