El Partido Popular impide que una comisión investigue el 'caso Cuiña'

Todavía aturdida por los resultados electorales, la oposición gallega regresó ayer a su estéril rutina de los últimos 10 años. Una vez más, la mayoría absoluta de que dispone el PP en el Parlamento gallego se alzó como una muralla frente a la pretensión de nacionalistas y socialistas de crear una comisión que investigase las implicaciones políticas de la trama para asesinar al consejero de Obras Públicas, Xosé Cuiña. Los populares ni siquiera se emplearon a fondo para rebatir los argumentos de la oposición y se limitaron a señalar que el asunto es competencia exclusiva de la justicia. Las prom...

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Todavía aturdida por los resultados electorales, la oposición gallega regresó ayer a su estéril rutina de los últimos 10 años. Una vez más, la mayoría absoluta de que dispone el PP en el Parlamento gallego se alzó como una muralla frente a la pretensión de nacionalistas y socialistas de crear una comisión que investigase las implicaciones políticas de la trama para asesinar al consejero de Obras Públicas, Xosé Cuiña. Los populares ni siquiera se emplearon a fondo para rebatir los argumentos de la oposición y se limitaron a señalar que el asunto es competencia exclusiva de la justicia. Las promesas del PP de que su nueva mayoría absoluta en el Congreso no será un rodillo contrastan con la práctica de los populares en parlamentos autonómicos como el gallego. En Galicia, durante la última década, los populares sólo aceptaron una comisión de investigación. En la presente legislatura, que concluye el próximo año, todas las solicitudes de la oposición para indagar determinados asuntos fueron rechazadas.

La costumbre tampoco se quebró ayer, con ocasión del debate sobre las peticiones de BNG y PSdeG-PSOE para indagar el caso Cuiña. Los nacionalistas pretendían investigar las implicaciones políticas de la supuesta trama para asesinar al consejero, un asunto por el que se han abierto diligencias judiciales en León, ya que aparece implicado un constructor de esa provincia, José Martínez Núñez, amigo personal del presidente de la Xunta, Manuel Fraga. El PSOE pretendía que se examinasen también las adjudicaciones de algunos proyectos de la Xunta a las empresas de Martínez Núñez.

El PP se aferró a que el caso ha de ser esclarecido por los tribunales y pretextó que abrir una investigación parlamentaria "atentaría contra la separación de poderes".

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