El presidente de la UE se niega a viajar a Austria en su gira europea

El canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, se vio obligado ayer a viajar a Bruselas convocado por el actual presidente de la Unión Europea (UE), el primer ministro portugués, António Guterres, en un desaire diplomático como resultado de la repulsa europea a la presencia de la extrema derecha de Jörg Haider en la coalición del Gobierno austriaco. Guterres inició ayer una gira por las capitales europeas para preparar la próxima cumbre informal de la UE, dedicada al empleo, que se celebrará los próximos días 23 y 24 en Lisboa.Ni Schüssel ni Guterres perdieron las formas, ni tampoco el primero exp...

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El canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, se vio obligado ayer a viajar a Bruselas convocado por el actual presidente de la Unión Europea (UE), el primer ministro portugués, António Guterres, en un desaire diplomático como resultado de la repulsa europea a la presencia de la extrema derecha de Jörg Haider en la coalición del Gobierno austriaco. Guterres inició ayer una gira por las capitales europeas para preparar la próxima cumbre informal de la UE, dedicada al empleo, que se celebrará los próximos días 23 y 24 en Lisboa.Ni Schüssel ni Guterres perdieron las formas, ni tampoco el primero expresó públicamente disgusto por tener que desplazarse a primera hora de la mañana de Viena a Bruselas. Hubo conferencias de prensa de ambos por separado y los dos declararon que el encuentro, que duró algo más de una hora, había sido "constructivo y franco". Pero todo ello no significa que se haya producido, ni mucho menos, un deshielo de los demás socios europeos contra Austria. El primer ministro portugués dijo que nada variará mientras el Partido Liberal de Haider "no cambie su naturaleza política, que está en contradicción con los valores democráticos europeos".

Los Catorce decidieron el pasado 31 de enero suspender los contactos bilaterales con Austria, mantener únicamente reuniones técnicas con los embajadores de ese país y no respaldar a candidatos austriacos en cargos internacionales.

El canciller se mostró mucho más abierto y dialogante ante la prensa que su homólogo y sostuvo que el nuevo Gobierno austriaco está "dando pruebas" de que no se quiere distanciar de los principios democráticos europeos. Y puso como ejemplo el acuerdo programático de la coalición, que respalda la moneda única y la ampliación, así como las indemnizaciones a los familiares de las víctimas del nazismo y la protección de las minorías. "Por vez primera hay un consenso en mi país sobre estos temas", dijo.

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