Anuncio ofensivo

¿Cuánto vale una mujer? El anuncio de un coche publicado en su periódico dice que hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa, incluso a vender a la madre, para comprárselo. Sobre estas palabras, aparece la foto de una señora con la lista de sus virtudes (por supuesto, familiares y domésticas), que se vende por el módico precio de 2.350.000 pesetas, justo lo que cuesta el coche.Si lo que pretendían los publicistas era llamar la atención para destacar su producto, lo han conseguido, pero no por la supuesta gracia del anuncio, sino por su evidente mal gusto. ¿Cómo se puede ser tan vulgar, tan gro...

¿Cuánto vale una mujer? El anuncio de un coche publicado en su periódico dice que hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa, incluso a vender a la madre, para comprárselo. Sobre estas palabras, aparece la foto de una señora con la lista de sus virtudes (por supuesto, familiares y domésticas), que se vende por el módico precio de 2.350.000 pesetas, justo lo que cuesta el coche.Si lo que pretendían los publicistas era llamar la atención para destacar su producto, lo han conseguido, pero no por la supuesta gracia del anuncio, sino por su evidente mal gusto. ¿Cómo se puede ser tan vulgar, tan grosero y tan simple? ¿Ésa es la idea que tienen de la mujer a finales del siglo XX: una posesión del hombre que éste puede vender a su antojo para comprarse un coche? Es tan ofensivo el anuncio que ni siquiera el argumento financiador justifica su publicación en un periódico que se dice políticamente correcto y defensor de los derechos fundamentales de la persona. En una sociedad como la nuestra, en la que la mujer sigue siendo marginada e incluso asesinada por sus compañeros (a lo mejor se refiere a éstos cuando dice que la madre del anuncio sabe cuidar animales), no podemos permitir el chiste fácil que la desprecia y la humilla. En estos días en que se ha celebrado el de la mujer trabajadora, no sería mal regalo, para ella y para todos, que el infame anuncio de que hablamos y todos los que, de un modo u otro, utilizan a la mujer como objeto, desaparecieran para siempre.- .