Una banda estafa 120 millones en embutidos por el 'timo del nazareno'

Seis personas de entre 43 y 67 años pasaron ayer a disposición judicial acusadas de estafar a empresas de alimentación. Los detenidos utilizaban el llamado timo del nazareno. Usaban como tapadera una empresa que no tenía actividad (Société Emhre) para comprar grandes cantidades de alimentos y aplazar el pago mediante letras o pagarés, que eran devueltos tras pasar el plazo de vencimiento. El grupo ha estafado 120 millones, según informó ayer la Guardia Civil.Los detenidos son el propietario de la empresa El Palacio del Gourmet, Victoriano C. M., de 43 años; un agente comercial de esta empresa,...

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Seis personas de entre 43 y 67 años pasaron ayer a disposición judicial acusadas de estafar a empresas de alimentación. Los detenidos utilizaban el llamado timo del nazareno. Usaban como tapadera una empresa que no tenía actividad (Société Emhre) para comprar grandes cantidades de alimentos y aplazar el pago mediante letras o pagarés, que eran devueltos tras pasar el plazo de vencimiento. El grupo ha estafado 120 millones, según informó ayer la Guardia Civil.Los detenidos son el propietario de la empresa El Palacio del Gourmet, Victoriano C. M., de 43 años; un agente comercial de esta empresa, José B. B., de 67, y un empleado, Bonifacio S. M., de 40. Los tres fueron acusados de receptación (compra de objetos robados a sabiendas de su origen delictivo). También fueron apresados Abel B. G.; Carlos M. R., de 46, y uno de los supuestos cabecillas de la banda, Francisco H. G., de 52. La Société Emhre tenía su sede en la calle de Lisboa, número 27, de Torres de la Alameda. Cuando los detenidos creaban una empresa buscaban a una persona en ambientes marginales. Después ponían a su nombre todo lo relativo a la compañía, por lo que recaerían sobre él las responsabilidades legales.

Tras crear la empresa contactaban con marcas alimenticias, en especial de queso y de embutido, tanto en España como en el extranjero. Primero hacían pedidos de pequeñas cantidades, que abonaban de inmediato. Cuando conseguían la confianza de sus víctimas, de ahí el nombre del timo, realizaban pedidos más grandes. Comprometían su pago con pagarés o letras a 30 y 60 días. En ese tiempo, la banda revendía la mercancía a bajo precio y a toda prisa. Los pagarés eran devueltos por falta de fondos. Cuando la empresa quería reclamar su pago, las instalaciones de los compradores ya estaban cerradas. La Guardia Civil recuperó 16 millones de pesetas en género.

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