Arias-Salgado inaugura entre silbidos la nueva estación ferroviaria de Castellón, terminada desde noviembre

La fiesta preparada por el Ministerio de Fomento para inaugurar, en plena precampaña electoral, la nueva estación ferroviaria subterránea de Castellón, finalizó ayer con un regusto amargo para los representantes del Gobierno. El ministro Rafael Arias-Salgado tuvo que soportar, con la sonrisa forzada, la pitada de unos 50 representantes de los sindicatos CCOO, CGT y Semaf, que calificaron el acto de electoralista y lo aprovecharon para mostrar unas pancartas en las que criticaron al partido del Gobierno con la leyenda "el PP reprime, no negocia".Los sindicatos reivindicaban la firma del conveni...

La fiesta preparada por el Ministerio de Fomento para inaugurar, en plena precampaña electoral, la nueva estación ferroviaria subterránea de Castellón, finalizó ayer con un regusto amargo para los representantes del Gobierno. El ministro Rafael Arias-Salgado tuvo que soportar, con la sonrisa forzada, la pitada de unos 50 representantes de los sindicatos CCOO, CGT y Semaf, que calificaron el acto de electoralista y lo aprovecharon para mostrar unas pancartas en las que criticaron al partido del Gobierno con la leyenda "el PP reprime, no negocia".Los sindicatos reivindicaban la firma del convenio colectivo de 1999, que tan sólo ha sido acordado por UGT y la Administración y es el principal motivo de los paros que se están produciendo en Renfe.

La tensión aumentó hasta tal punto que incluso se produjo alguna agresión entre los manifestantes y quienes acudieron a la inauguración, lo que hizo temer por la integridad del ministro de Fomento, bien arropado por los miembros de seguridad y el resto de la comitiva. La organización se limitó a subir el volumen de la música de ambiente, del grupo de rock Dover, para acallar la protesta.

Tras disolverse la manifestación, Arias-Salgado aseguró que "la negociación salarial está en curso" y afirmó que considerar "electoralistas" actos como el de Castellón constituye una "interpretación absurda". Según dijo, ayer sólo se trataba de "rendir cuenta del cumplimiento de un compromiso". No piensa igual la oposición, que la pasada semana presentó recurso ante la Junta Electoral Provincial para impedir el acto de ayer. El recurso fue desestimado.

Sin embargo, el ministro obviaba el hecho de que Fomento ha retrasado la puesta en marcha de la estación, la obra que más necesitaba la ciudad y con gran repercusión en el resto de la provincia. Los trabajos, que han costado 23.500 millones de pesetas, concluyeron el pasado 22 de noviembre, pero las órdenes del Ejecutivo fueron esperar hasta finales de febrero, a pesar del malestar que esta decisión produjo en el equipo de Gobierno popular del Ayuntamiento de la ciudad y del peligro y la molestia que suponía para los ciudadanos una vía férrea que cruzaba Castellón por su centro y que se ha cobrado varias vidas.

El ministro de Fomento aseguró que ayer fue un día "histórico" para Castellón pues "la nueva estación era una necesidad reclamada desde 1926 y ha hecho falta un alcalde y un Gobierno del PP para llevar a la práctica y culminar estas obras, que ponen de relieve la voluntad de modernizar España en todas sus dimensiones".

Hoy Arias-Salgado inaugurará la nueva terminal del aeropuerto de Valladolid y pondrá la primera piedra de la Ronda Sur de la ciudad de León.