El PP asume que perderá su mayoría absoluta en el Senado por el acuerdo de la izquierda
El PP da por hecho que perderá la mayoría absoluta en el Senado que logró en las elecciones de marzo de 1996, con 131 escaños de los 257 con que cuenta la Cámara alta, frente a los 99 del PSOE. La suma de votos del PSOE e IU en unas 30 circunscripciones hace posible que en ocho de ellas, en las que ganó el PP en 1996, la situación dé un vuelco, y que ocurra lo mismo en otras ocho en las que la suma de votos de socialistas e IU arroja prácticamente un empate con los populares.
El PP da por perdidos senadores en cuatro de las ocho circunscripciones en las que venció en 1996: Albacete, Tol...
El PP da por hecho que perderá la mayoría absoluta en el Senado que logró en las elecciones de marzo de 1996, con 131 escaños de los 257 con que cuenta la Cámara alta, frente a los 99 del PSOE. La suma de votos del PSOE e IU en unas 30 circunscripciones hace posible que en ocho de ellas, en las que ganó el PP en 1996, la situación dé un vuelco, y que ocurra lo mismo en otras ocho en las que la suma de votos de socialistas e IU arroja prácticamente un empate con los populares.
El PP da por perdidos senadores en cuatro de las ocho circunscripciones en las que venció en 1996: Albacete, Toledo, Huesca y Burgos. Las restantes son Álava, Alicante, Asturias y Navarra. Las provincias en las que los resultados se presentan muy apretados, con los mismos datos de los últimos comicios generales, son: Mallorca, Menorca, Castellón, Cuenca, Madrid, Fuerteventura, Teruel y Valladolid.Los populares han calculado que con sólo la pérdida de cuatro circunscripciones se quedarían sin mayoría absoluta, pues pasarían de los actuales 131 escaños a 123, por debajo de los 129 necesarios. El portavoz del PP en el Senado, Esteban González Pons, evitó ayer un pronunciamiento público sobre estas previsiones internas de su partido y sus consecuencias políticas. A cambio, se lanzó a buscar contradicciones entre la amplia panoplia de acuerdos que han trenzado los socialistas en el Senado, al hilo de una rueda de prensa en la Cámara alta en la que criticó la alianza entre el PSOE e IU y, en concreto, su oferta programática para el Senado.
González Pons insistió en su intervención en que el PSOE tiene un punto débil en dicha oferta que es la presentación de "cinco programas distintos". Citó el específico del PSOE -defensor de la reconversión del Senado en Cámara territorial-; el de IU -favorable al reconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos-; el del PSC -partidario de una España federal-; el de la Entesa, la coalición catalana del PSC con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) -que defiende una reforma constitucional del Senado en la que se reconozca la plurinacionalidad de España-; y el de la coalición entre el PSOE e IU, que no concurre en todas las circunscripciones y que también propone la conversión del Senado en Cámara territorial. El portavoz del PP emplazó al candidato socialista, Joaquín Almunia, a que se defina por uno de los proyectos.
El portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, replicó a González Pons que no hay contradicción entre los programas y que la propuesta conjunta del PSOE e IU recoge la esencia de la oferta socialista sobre el Senado, que "el PP conoce bien". Laborda precisó que el PSOE "ha batallado toda la legislatura por lograr la reconversión del Senado en una Cámara territorial, con reforma de la Constitución incluida" y que "exactamente es eso lo que propone el acuerdo entre socialistas e IU".
Nacionalistas desplazados
A juicio de Laborda, el pacto programático entre el PSOE e IU tiene una "gran virtud" porque "desplaza a un segundo plano el papel privilegiado que han jugado los partidos nacionalistas en la política española desde 1993", año en que el PSOE perdió por vez primera la mayoría absoluta. Su papel de partidos decisivos para conformar mayorías, primero con el PSOE y después con el PP, les permitió introducir sus reclamaciones específicas en los pactos de gobierno y reabrir problemas entre las comunidades autónomas, sobre todo, con la financiación autonómica. El portavoz socialista cree que este problema puede quedar solventado tras las próximas elecciones. "Con los partidos nacionalistas habrá que seguir pactando, pero será sin imposiciones", dijo.
Otra de las virtudes que Laborda destaca del pacto entre el PSOE e IU es la probable pérdida de la mayoría absoluta de la que el PP ha gozado en el Senado durante toda la legislatura. "El PP ha aprovechado la mayoría que tenía en la Cámara alta para bloquear la reforma del Senado, inutilizar la Cámara y aprobar las leyes más impresentables, como la de las fundaciones sanitarias, la revisión de la Ley de Extranjería y las leyes de acompañamiento en su conjunto".
El portavoz socialista está convencido de que la pérdida de esa mayoría cambiará la "vida lánguida" que ha tenido el Senado esta legislatura. Laborda señaló que su oferta básica para el Senado, compartida ahora con IU, consiste en defender su reforma para transformarlo en Cámara de representación territorial, lo que "se hará por consenso, incluidos el PP y los nacionalistas". Los socialistas defienden desde hace un año la transformación del Senado en una Cámara similar al Bundesrat alemán, esto es, con la presencia de los Gobiernos autonómicos. El PP se opone a este proyecto.