EL JUICIO POR EL 'CASO LASA-ZABALA'

Un testigo asegura que está amenazado y se retracta de todas sus acusaciones

El testigo protegido José María Velázquez Soriano, Txema, afirmó ayer durante el juicio por el caso Lasa-Zabala que está amenazado desde hace 17 años y que las amenazas se reiteraron tras declarar en varios procesos contra los GAL en 1996. Velázquez Soriano cambió ayer sus declaraciones anteriores ante los jueces Baltasar Garzón y Javier Gómez de Liaño y se retractó de todas las acusaciones que había formulado contra sus ex compañeros guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo.

Velázquez se quejó de que a pesar de ser testigo protegido no se le había aplicado ninguno de sus beneficios...

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El testigo protegido José María Velázquez Soriano, Txema, afirmó ayer durante el juicio por el caso Lasa-Zabala que está amenazado desde hace 17 años y que las amenazas se reiteraron tras declarar en varios procesos contra los GAL en 1996. Velázquez Soriano cambió ayer sus declaraciones anteriores ante los jueces Baltasar Garzón y Javier Gómez de Liaño y se retractó de todas las acusaciones que había formulado contra sus ex compañeros guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo.

Velázquez se quejó de que a pesar de ser testigo protegido no se le había aplicado ninguno de sus beneficios. En 1996 ante los jueces Garzón y Gómez de Liaño, Velázquez había declarado que en 1983 se celebró una reunión en el salón del domicilio del entonces comandante Galindo, para captar guardias que realizasen actividades ilegales en el sur de Francia, y que su grupo pasó la frontera para secuestrar al jefe de los Comandos Autónomos, José Luis Salegui Elorza, Txipi.Ayer, el ex guardia se negó a ratificar esa declaración y precisó que nunca se habló de secuestrar a nadie. A continuación señaló que Garzón le había presionado, a pesar de que la declaración había sido grabada y se le leyó la transcripción literal. El fiscal le recordó que tres meses después había declarado lo mismo ante el juez Gómez de Liaño, pero Velázquez dijo que también estaba presionado. Preguntado sobre cómo le presionaron, respondió: "No lo puedo decir. Son momentos muy delicados".

Tras señalar que no podía acusar a dos personas que no le han hecho "nada" y a los que consideró "héroes de España", en referencia a sus ex compañeros Enrique Dorado y Felipe Bayo, Velázquez proporcionó una coartada a Dorado señalando que el día que fueron secuestrados Lasa y Zabala aquel estaba en el lugar de un atentado, en Aretxabaleta, y que él tuvo un enfrentamiento verbal con Dorado por la emisora. Era la primera vez que afirmaba ese extremo. Poco después el fiscal preguntó: "¿Se siente presionado?"

Velázquez. Me siento presionado por la situación.

F. ¿Ha sido presionado o amenazado para que cambie su declaración en este juicio?

V. Me reservo la respuesta.

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F. ¿Quién le ha amenazado?

V. No quiero contestar.

F. ¿Cuándo fue?

V. No quiero contestar.

F. ¿Le han prometido dinero?

V. No, nunca.

F. ¿Pero recibió amenazas?

V. Estoy amenazado desde hace 17 años.

F. ¿Fue amenazado tras declarar en 1996?

V. Usted sabe que sí. Las denuncié.

F. ¿Pusieron un proyectil en su buzón de correo?

V. Sí.

F. ¿Siguen las amenazas actualmente?

V. No deseo contestar.

El ex agente dijo que inventó muchos aspectos de sus declaraciones y que como todo el mundo culpaba al PSOE "uno se lo llega hasta a creer".

El que fue asesor ejecutivo del ministro del Interior, Rafael de Francisco, elogió al policía Ángel López Carrillo, calificándole de dinámico e imaginativo, y la labor que desarrolló al frente del grupo de contrapropaganda. Agregó que este agente pudo sentirse frustrado porque, trabajando dignamente, no se reconoció su trabajo.

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