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- EL COCHE DEL MINISTRO DE ORDEN PÚBLICOEl ministro de Orden Público de Albania, Spartak Poci, sufrió un mal trago hace unos días en Grecia, cuando los aduaneros le sorprendieron en la frontera entre los dos países a bordo de un lujoso automóvil Mercedes S 350. El vehículo en el que el ministro albanés se dirigía hacia Atenas presentaba un pequeño inconveniente: lo habían robado en Italia. Los funcionarios de aduanas griegos descubrieron que el coche del ministro figuraba como robado en sus ordenadores, incluido en las listas que intercambian las policías de los países firmantes del Acuerdo de...

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- EL COCHE DEL MINISTRO DE ORDEN PÚBLICOEl ministro de Orden Público de Albania, Spartak Poci, sufrió un mal trago hace unos días en Grecia, cuando los aduaneros le sorprendieron en la frontera entre los dos países a bordo de un lujoso automóvil Mercedes S 350. El vehículo en el que el ministro albanés se dirigía hacia Atenas presentaba un pequeño inconveniente: lo habían robado en Italia. Los funcionarios de aduanas griegos descubrieron que el coche del ministro figuraba como robado en sus ordenadores, incluido en las listas que intercambian las policías de los países firmantes del Acuerdo de Schengen. No tuvieron otra opción los funcionarios griegos que confiscar el vehículo en que viajaba Poci. El ministro albanés, cuyo cargo exacto es el de ministro del Orden Público, no sufrió mayores dificultades por la confiscación de su Mercedes. Su colega griego, Michael Krisokoidis, acudió en su ayuda y le facilitó un coche oficial griego para sacarle del apuro y permitirle llegar a tiempo a la reunión en Atenas. El motivo del encuentro entre los dos ministros era, claro está, la lucha contra la delincuencia. El suceso pone de manifiesto de forma palpable algo que es un secreto a voces. Buena parte del parque automovilístico de Albania se compone de coches robados por mafias organizadas que trabajan en países de Europa occidental, transportan los coches de contrabando y después los venden a bajo precio en Albania u otros países balcánicos. En ocasiones, previo blanqueo a base de documentos vendidos por policías corruptos. La guerra de Kosovo ha incrementado este tráfico. En las fronteras abiertas de la provincia serbia bajo administración de la ONU entran y salen a su albedrío vehículos de todas clases sin la menor señal de identificación, ni placas, ni nada que se le parezca.- JOSÉ COMAS, Madrid

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