Tribuna:

Protestar

NEGRITASComenzar el año protestando es un buen comienzo. Lo es porque la queja, el lamento, el pero y la objeción, o sea la protesta al cabo, nace con voluntad transformadora de una realidad que no gusta a los que protestan. La protesta es signo evidente de renovación, de fuerza vital y luchadora que ni el mismo Rappel podría propiciar con ayuda de fuerzas sobrenaturales o de encantamientos caseros. Sin ir más lejos, las famosas 12 uvas de la suerte, ya tradicionales, no fueron en su origen sino eso: una protesta pura y dura de los productores de uva, que potenciaron así su consumo para compen...

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NEGRITASComenzar el año protestando es un buen comienzo. Lo es porque la queja, el lamento, el pero y la objeción, o sea la protesta al cabo, nace con voluntad transformadora de una realidad que no gusta a los que protestan. La protesta es signo evidente de renovación, de fuerza vital y luchadora que ni el mismo Rappel podría propiciar con ayuda de fuerzas sobrenaturales o de encantamientos caseros. Sin ir más lejos, las famosas 12 uvas de la suerte, ya tradicionales, no fueron en su origen sino eso: una protesta pura y dura de los productores de uva, que potenciaron así su consumo para compensar la crisis que asoló al sector. Igualito que con las uvas, vecinos del pueblo almeriense de La Mojonera decidieron dar la bienvenida al 2000 con doce sabrosos, dulces y nutritivos tomates cherry. Fue el modo en que protestaron por las "concesiones" que la UE puede propiciar en materia de comercio agrícola a países no pertenecientes al marco comunitario. La concejala de Festejos del pueblo, Carmen González, apoyó el reparto de las 1.500 bolsas de minitomates alegando un modo de "imponer" medidas contra la Unión Europea para "frenar" los convenios que van a perjudicar al sector almeriense. Pero las fiestas navideñas han traído más desengaños y perjuicios a otros colectivos, como al centenar de personas que se quedó compuesto y sin fiesta la noche del 31en la capital. La suspensión de un cotillón a 24 horas escasas de Nochevieja se debió a que sus organizadores no colmaron el aforo esperado y los beneficios ansiados. Así, la carpa instalada junto al auditorio para celebrar la fiesta del llamado Palacio Azul resultó ser un fiasco. Las protestas de quienes se quedaron pinchados la noche del milenio fueron múltiples al intentar recuperar las 8.500 pesetas pagadas por persona. La oposición municipal del PP también ha protestado por la "patética" imagen de Almería dada en Canal Sur la noche de las uvas. Los populares critican que el tan cacareado eslogan de "El siglo de la ciudad", anunciado por el Ayuntamiento, tuviera tan escaso poder de concentración en la Plaza Vieja (no más de cien personas). La protesta se adereza, en este caso, con la acusación de "incapacidad organizativa preocupante" para la concejala de Cultura, Concha Márquez (IU). El siglo venidero se antoja lleno de libros de reclamaciones y hojas de quejas. ¡En guerra los futurólogos porque no hay futuro!MARÍA JOSÉ LÓPEZ DÍAZ

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