Cartas al director

Modernizar la ciudad

No podremos nunca agradecer a nuestro ínclito alcalde de Madrid, señor Álvarez del Manzano, sus desvelos para modernizar la ciudad. Ahora que caen las hojas de los árboles, veo por la ventana cómo unos operarios las están recogiendo de forma moderna y eficiente. Antes, unos barrenderos con sus cepillos iban amontonando las hojas caídas de los árboles en unos montones que luego eran arrojados dentro de unos carritos.Ahora, gracias a esta modernidad que nos han traído nuestros munícipes (Dios les conserve muchos años), un operario se pasea con una mochila a la espalda donde va un motor de gasoli...

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No podremos nunca agradecer a nuestro ínclito alcalde de Madrid, señor Álvarez del Manzano, sus desvelos para modernizar la ciudad. Ahora que caen las hojas de los árboles, veo por la ventana cómo unos operarios las están recogiendo de forma moderna y eficiente. Antes, unos barrenderos con sus cepillos iban amontonando las hojas caídas de los árboles en unos montones que luego eran arrojados dentro de unos carritos.Ahora, gracias a esta modernidad que nos han traído nuestros munícipes (Dios les conserve muchos años), un operario se pasea con una mochila a la espalda donde va un motor de gasolina que contamina acústica y olfativamente y que funciona como un aspirador, pero al revés: en vez de aspirar las hojas, las sopla para que se vayan revoloteando a cualquier parte.

Luego, unos barrenderos, con sus carritos y cepillos, amontonan las hojas caídas de los árboles en unos montones que luego son arrojados dentro de los carritos que llevan. Lo mismo que antes, sólo que empleando un cacharro ruidoso y maloliente.

Gracias, señor Manzano, por hacernos la vida tan cómoda.-

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