Polizones de ida y vuelta

Zaari, Mouchine y Abbad, tres jóvenes argelinos, regresarán a África tras haber visto España a través de los ojos de buey de un barco, pero sin poner un pie en su tierra de promisión. Los tres se colaron como polizones en el mercante de bandera danesa Thor Susanne el pasado día 17, cuando el buque hizo una escala en la ciudad marroquí de Casablanca. Tras ser descubiertos, se han pasado la última semana de puerto en puerto; primero, Gijón; luego, Santurtzi (Vizcaya), y finalmente, Vigo. Pero las gestiones de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) no lograron convencer al capitán para...

Zaari, Mouchine y Abbad, tres jóvenes argelinos, regresarán a África tras haber visto España a través de los ojos de buey de un barco, pero sin poner un pie en su tierra de promisión. Los tres se colaron como polizones en el mercante de bandera danesa Thor Susanne el pasado día 17, cuando el buque hizo una escala en la ciudad marroquí de Casablanca. Tras ser descubiertos, se han pasado la última semana de puerto en puerto; primero, Gijón; luego, Santurtzi (Vizcaya), y finalmente, Vigo. Pero las gestiones de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) no lograron convencer al capitán para que accediese a desembarcarlos. El Thor Susanne zarpó ayer de Vigo con el propósito de devolver a los jóvenes a Casablanca tras hacer escalas previas en Las Palmas y en Santa Cruz de Tenerife.Poco se sabe de la historia de estos tres argelinos, Zaari Youssef, de 24 años; Mouchine Mustafá, de 26, y Abbad Driss, también de 24, porque a las personas que se interesaron por su suerte no se les permitió hablar con ellos. Los tripulantes del Thor Susanne -15, todos de nacionalidad danesa- tampoco han podido intercambiar muchas palabras con los polizones, que hablan árabe y francés, idiomas desconocidos para los marineros. Los inmigrantes aseguran ser argelinos, dos nacidos en la localidad de Wahrane, y otro en Orán, y haberse colado subrepticiamente a bordo del buque cuando éste atracó en Casablanca, hace una semana.

El Thor Susanne es un portacontenedores que cubre una ruta fija entre Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Casablanca, Vigo, Gijón y Bilbao. Según relató su capitán, H. P. Madsen, a representantes de la CEAR, los marineros no descubrieron la presencia de los polizones hasta su llegada a Gijón. Tras descargar en el puerto asturiano, el buque arribó a Santurtzi, junto a Bilbao, el pasado día 23. La presencia de los inmigrantes alertó a las organizaciones humanitarias, y el abogado de la asociación de ayuda al refugiado, Javier Galparsoro, se presentó en el puerto bilbaíno para ofrecer a los jóvenes la posibilidad de tramitarles la solicitud de asilo político en España, justificada por la dramática situación de enfrentamiento civil que vive su país.

Galparsoro, según su relato, se entrevistó con el capitán y éste se limitó a ponerle en contacto telefónico con la aseguradora del buque, la agencia Samuel Bull, con sede en Barcelona. Una persona que dijo ser el propio Samuel Bull se negó a atender los requerimientos del abogado español, "con modos muy descorteses", según este último. A continuación, en presencia de Galparsoro, dio órdenes al capitán de que los polizones fuesen devueltos a Casablanca. Este periódico no logró conseguir ayer la versión de la agencia Samuel Bull. En varios teléfonos de la compañía de seguros marítimos se ofrecieron respuestas para todos los gustos: se alegó desconocimiento del caso, estar atendiendo una emergencia, que el responsable de la empresa se encontraba de viaje en Canadá e incluso uno de los interlocutores preguntó qué era un polizón.

Uno de los jóvenes argelinos, Abbad Driss, presentaba en Santurtzi síntomas de desnutrición, que se atribuyen a que estaba siguiendo el ayuno preceptivo del Ramadán. El capitán permitió que fuese desembarcado y recibiese atención médica bajo custodia de la policía española. Driss regresó al barco, que zarpó de Santurtzi a las 12.30 del día de Nochebuena y llegó a Vigo ayer a las siete. El capitán pidió a la policía del puerto que vigilase el barco para que nadie pudiese subir a bordo y le reiteró que su propósito es devolver a los tres argelinos a Casablanca. Una vez que dejó su carga, el Thor Susanne abandonó el puerto de Vigo a las 14.30 horas de ayer.

Galparsoro no las tiene todas consigo cuando trata de imaginar la suerte de los polizones. "Yo no podría asegurar que van a ser aceptados por las autoridades marroquíes", explicó el abogado; "los tres han dado sus nombres y sus fechas de nacimiento, pero no tienen papeles ni nada que acredite su nacionalidad. En Casablanca incluso pueden alegar que no existen pruebas de que hayan subido a bordo en ese puerto, ya que el barco ha pasado por varios en pocos días". A pesar de las dificultades, la CEAR no ha tirado la toalla y espera hacer un último intento para evitar la repatriación cuando el buque arribe a Las Palmas, en un par de días.