Cuestión ¿de estética?

De verdad que todavía me sigo preguntando en qué andaría pensando la gente el día de las elecciones municipales para que les llevase a volver a votar al señor Álvarez del Manzano, ese individuo que parece habernos tocado a los madrileños tener por alcalde. Responsable y testigo del declive cultural de la ciudad, del caos urbanístico, del estancamiento de la ciudad en todos sus aspectos, de innumerables políticas en contra de todo lo público...Pero, con todo, sigue gobernando. Y sigue llevando a cabo sus particulares medidas. La penúltima, el proyecto de retirada de los carteles de los cines de...

De verdad que todavía me sigo preguntando en qué andaría pensando la gente el día de las elecciones municipales para que les llevase a volver a votar al señor Álvarez del Manzano, ese individuo que parece habernos tocado a los madrileños tener por alcalde. Responsable y testigo del declive cultural de la ciudad, del caos urbanístico, del estancamiento de la ciudad en todos sus aspectos, de innumerables políticas en contra de todo lo público...Pero, con todo, sigue gobernando. Y sigue llevando a cabo sus particulares medidas. La penúltima, el proyecto de retirada de los carteles de los cines de la Gran Vía por cuestiones supuestamente estéticas. Un proyecto, cuando menos, increíble.

Por mucho que diga y por mucho que le pese, esos carteles forman parte de la ciudad, de su anatomía y, lejos de afear la Gran Vía, le dan vida y ese aire tan característico y especial que tiene.

Y a la vez que oigo atónito estos planes, me pregunto por qué no hablará también de la retirada o prohibición de esos otros descomunales y desmedidos carteles publicitarios que usan como excusa cualquier andamio de nuestra ciudad para saturarnos aún más de publicidad.

Edificios de lugares tan significativos como la Puerta del Sol, la Castellana o la misma Gran Vía cuentan con esta clase de contaminación visual.-