"Pequeño" gran Bunbury, en Zeleste
Cuando nadie había situado a los maños en el panorama internacional de la música -Labordeta viaja pero no vende discos en Europa-, aparecieron cuatro muchachotes para solventar el tema. Se hicieron llamar Héroes del Silencio, un nombre que en absoluto hacía justicia al estruendo de corte gótico-rockero que hizo famoso al grupo en medio continente, España incluida por supuesto. Haciendo gala de un sentido común bastante insólito, Bunbury y su banda decidieron aparcar la popularidad e iniciar sus respectivos proyectos. Bunbury ha sido quien más partido ha obtenido de sus discos en solitario, mar...
Cuando nadie había situado a los maños en el panorama internacional de la música -Labordeta viaja pero no vende discos en Europa-, aparecieron cuatro muchachotes para solventar el tema. Se hicieron llamar Héroes del Silencio, un nombre que en absoluto hacía justicia al estruendo de corte gótico-rockero que hizo famoso al grupo en medio continente, España incluida por supuesto. Haciendo gala de un sentido común bastante insólito, Bunbury y su banda decidieron aparcar la popularidad e iniciar sus respectivos proyectos. Bunbury ha sido quien más partido ha obtenido de sus discos en solitario, marcados por una línea de búsqueda con la que ha pretendido, y a la postre logrado, huir de los lugares comunes que se le suponían. Radical sonora fue su primera entrega, y en ella planteaba un acercamiento a los sonidos electrónicos, una de las grandes pasiones de Bunbury. Sorprendiendo a todo el mundo, Bunbury ha dado un giro a su carrera y se ha rendido a la copla, género por otra parte cada día más en boga. Resultado de esta aproximación ha sido Pequeño, un disco que ha vencido las reticencias de la crítica y ha mostrado a un Bunbury capaz de reinventarse en una clave insólita de la que él mismo ha declarado: "Me acerca a la música que ha hecho feliz a mi madre". Es probable que su madre no esté esta noche en Zeleste (22.00 horas), donde Bunbury presentará en directo su segundo disco en solitario, pero es bien seguro que el maño de piel cambiante hará feliz a más de uno con su repertorio más castizo.- L. H.