Domínguez Ortiz dice que Mateo Alemán y Cervantes "pintaron" el mismo mundo

"Cervantes y Mateo Alemán pintaron el mismo mundo, pero con colores diferentes". El historiador y académico Antonio Dominguez Ortiz dibujó ayer la Sevilla de finales del XVI del pícaro Guzmán de Alfarache en una ciudad con claros y oscuros, adonde llegaban tanto los grandes mercaderes como los truhanes, atraídos por la prosperidad de la baja Andalucía. El historiador clausuró el seminario internacional sobre Mateo Alemán que ha organizado la Facultad de Filología de Sevilla en el cuarto centenario de la publicación de la primera parte del Guzmán de Alfarache.Domínguez Ortiz, que tituló su conf...

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"Cervantes y Mateo Alemán pintaron el mismo mundo, pero con colores diferentes". El historiador y académico Antonio Dominguez Ortiz dibujó ayer la Sevilla de finales del XVI del pícaro Guzmán de Alfarache en una ciudad con claros y oscuros, adonde llegaban tanto los grandes mercaderes como los truhanes, atraídos por la prosperidad de la baja Andalucía. El historiador clausuró el seminario internacional sobre Mateo Alemán que ha organizado la Facultad de Filología de Sevilla en el cuarto centenario de la publicación de la primera parte del Guzmán de Alfarache.Domínguez Ortiz, que tituló su conferencia La visión crítica de Mateo Alemán y la de Cervantes. Dos interpretaciones de una misma realidad, resaltó las coincidencias entre los escritores: en el tiempo, porque ambos vivieron y reflejaron el conflictivo cambio de siglo en el crepúsculo del reinado de Felipe II; en el espacio, pues Mateo Alemán y su pícaro son sevillanos y Cervantes conoció Andalucía a fondo y algunas de sus Novelas ejemplares retratan "la mala vida sevillana".

También sus oficios y sinsabores fueron parejos. Los dos tuvieron empleos en la Administración y sufrieron la incomodidades de la cárcel real. Pero, señaló el autor de Sevilla, orto y ocaso, mientras Mateo Alemán era un hombre "amargado, que descargó la bilis que llevaba dentro en sus personajes", el autor de El Quijote tiene una mirada más benevolente y optimista de los hombres. "Donde Mateo Alemán enzarza una prédica o un sermón iracundo, Cervantes se limita a un discreto silencio o un guiño cómplice", explicó.

El académico llamó la atención sobre la complementariedad de las fuentes históricas y los testimonios literarios. "El capítulo que dedica El Quijote a la liberación de los galeotes es real. Andalucía era la región que más galeotes suministraba. Era la más urbanizada y la riqueza llama a la picaresca", agregó. Y sobre la novela de Alemán dijo: "Los dos últimos capítulos del Guzmán es lo mejor que se puede consultar para saber cómo malvivían los galeotes".

"Los negocios del Guzmán con sus subidas y sus bajadas reflejan el clima del comercio de Sevilla en la época", concluyó.Las ponencias del seminario se recogerán en un libro. Para su coordinador, Pedro Piñero, el coloquio ha servido para "descodificar" la obra "endiabladamente difícil y compleja" de Alemán.

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