El CMH intenta evitar que Valencia controle el suministro de agua a todo el área metropolitana El organismo pide a Aguas de Valencia un estudio para desvincular el servicio en alta

El abastecimiento de agua potable para el área metropolitana de Valencia fue uno de los pilares sobre los que se construyó el Consell Metropolità de L"Horta. Paradójicamente, el inminente concurso para la concesión de la distribución del agua en la ciudad de Valencia parece ser un factor decisivo para disolver la entidad metropolitana. Antes de desaparecer, el CMH intenta evitar que Valencia controle el suministro de agua a todo el área metropolitana y ha pedido a Aguas de Valencia un estudio para desvincular la red de distribución en alta de Valencia de la del resto de L"Horta.

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El abastecimiento de agua potable para el área metropolitana de Valencia fue uno de los pilares sobre los que se construyó el Consell Metropolità de L"Horta. Paradójicamente, el inminente concurso para la concesión de la distribución del agua en la ciudad de Valencia parece ser un factor decisivo para disolver la entidad metropolitana. Antes de desaparecer, el CMH intenta evitar que Valencia controle el suministro de agua a todo el área metropolitana y ha pedido a Aguas de Valencia un estudio para desvincular la red de distribución en alta de Valencia de la del resto de L"Horta.

El área metropolitana de Valencia concentra un tercio de la población de la Comunidad Valenciana distribuida en 43 municipios. Hace 20 años, 400.000 vecinos de la zona bebían el agua procedente de pozos subterráneos, mientras que el resto se beneficiaba de la red de distribución establecida para servir a la ciudad de Valencia a partir de las aguas superficiales de los ríos Júcar y Turia tratadas en las potabilizadoras de La Presa, en Manises, y de Picassent.La posibilidad de compartir la red de distribución en alta, que conduce el agua hasta las puertas de cada municipio, fue clave para la constitución del CMH. La red de distribución en baja, desde cada municipio hasta el grifo de cada vecino, es gestionada en cada localidad por distintas empresas que disfrutan de la concesión del servicio por decisión de cada ayuntamiento.

Aguas de Valencia, la sociedad que distribuye el agua potable en la capital desde 1901, asumió la gestión de la distribución del agua en alta para todo el área metropolitana por concesión administrativa en 1993, una concesión que se renueva cada año. Las inversiones desarrolladas para mejorar la red de distribución de alta desde entonces superan los 10.000 millones de pesetas, que han sido asumidos en su inmensa mayoría por la Consejería de Obras Públicas con contribución del CMH.

Beneficios y pleitos

Pero los beneficios compartidos por los 43 municipios han tenido su contrapartida en una serie de pleitos entre la institución metropolitana y el Ayuntamiento de Valencia. La factura del agua que recibe cada vecino incluye una partida correspondiente al canon que se paga para amortizar las obras en la red de alta. La entidad metropolitana considera que Valencia ha hinchado los costes de amortización de las obras desarrolladas en la red compartida para rebajar la factura de la distribución hasta los domicilios de los usuarios. Es decir, Valencia ha cargado a todos los ayuntamientos del área metropolitana costes que sólo deberían pagar los vecinos de la capital.

El CMH demandó a Valencia y ha obtenido al menos dos sentencias favorables del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que obligan a la capital a resarcir a la entidad metropolitana. La factura que el CMH reclama a Valencia desde 1994 asciende ahora a 400 millones.

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Aguas de Valencia mantiene que su función es meramente gestora y no interviene en la fijación de las tarifas. Pero el CMH ha solicitado una reunión con los directivos de la concesionaria para estudiar el volumen de inversiones necesarias para desvincular la red que sumistra a la ciudad de Valencia de la que abastece al resto del área metropolitana.

La concesión que disfruta Aguas de Valencia para la distribución de agua en la capital vence en el año 2001. El Ayuntamiento debe convocar un concurso para adjudicar la distribución durante los próximos 50 años, una concesión que entraña un negocio bimillonario. Valencia confía en renovar la concesión a Aguas de Valencia porque de lo contrario debería indemnizar a la empresa por las inversiones desarrolladas durante un siglo.

De socios a clientes

Pero el resto de municipios del área metropolitana temen una futura dependencia de la red que suministra a la capital y que podría convertirles en clientes de Valencia en lugar de seguir siendo socios, mal avenidos, como ahora. El CMH señala que la reunión con directivos de Aguas de Valencia pretende "salvaguardar derechos generales" sin que ninguna parte pueda sentirse "presionada por ningún interés municipal", en clara alusión a Valencia.

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