La ejecutiva de ERC prorroga la equidistancia

La ejecutiva de Esquerra Republicana (ERC) prorrogó el pasado lunes la estrategia de equidistancia entre socialistas y nacionalistas y refrendó por amplísima mayoría la postura que la cúpula del partido defiende ante la investidura de Jordi Pujol: de entrada, voto en contra, pero sin cerrar las puertas a la abstención si se arrancan contrapartidas programáticas.Las voces que pidieron un apoyo claro hacia Pujol para evitar que éste se convierta en prisionero del Partido Popular (PP) fueron casi testimoniales. Fuentes no oficiales del partido explicaron que sólo hubo dos intervenciones pidiendo ...

La ejecutiva de Esquerra Republicana (ERC) prorrogó el pasado lunes la estrategia de equidistancia entre socialistas y nacionalistas y refrendó por amplísima mayoría la postura que la cúpula del partido defiende ante la investidura de Jordi Pujol: de entrada, voto en contra, pero sin cerrar las puertas a la abstención si se arrancan contrapartidas programáticas.Las voces que pidieron un apoyo claro hacia Pujol para evitar que éste se convierta en prisionero del Partido Popular (PP) fueron casi testimoniales. Fuentes no oficiales del partido explicaron que sólo hubo dos intervenciones pidiendo el sí a Pujol y nadie exigió que el no fuera inamovible. A la reunión asistieron una treintena de dirigentes.

El mismo Jordi Portabella, teniente de alcalde de Barcelona y en cierta forma abanderado de las tesis de la izquierda plural dentro de ERC, no fue ninguna excepción a la casi unanimidad expresada en la ejecutiva. Los dirigentes de Esquerra pretenden llegar como mínimo hasta las elecciones generales sin alterar significativamente su equidistancia y consideran que tanto el voto en contra como especialmente la abstención lo facilita. La cúpula de ERC considera que esta estrategia es la mejor forma de mantener la cohesión interna en un partido cuyos electores, y en menor medida los propios dirigentes, se muestran divididos en cuanto a simpatía hacia CiU o el PSC.

De todas formas, el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, dibujó ante la ejecutiva varias hipótesis de futuro que pueden obligar a cerrar la etapa de la equidistancia después de las generales, según explicó un dirigente que asistió a la reunión. Las mismas fuentes afirman que Carod apuntó que la verdadera estabilidad en el Parlament no se planteará hasta después de las legislativas, cuando habrá como mínimo dos escenarios en los que ERC podría incorporarse al Ejecutivo: si hay mayoría absoluta del PP o el PSOE en el Congreso y si CiU imita al PNV y se desmarca del Gobierno sin romper del todo su colaboración.